Talált 32 Eredmények: Tomado

  • Cuando sus padres o sus hermanos vengan a querellarse con vosotros, les diremos: Perdonadlos por haber tomado cada uno su mujer, como en guerra; porque si se las hubieseis dado vosotros, entonces vosotros seríais culpables". (Jueces 21, 22)

  • David salvó todo lo que habían tomado los amalecitas y libertó también a sus dos mujeres. (I Samuel 30, 18)

  • No les faltó nada, ni chico ni grande, ni hijos ni hijas. Todo lo que les había sido tomado fue recuperado por David. (I Samuel 30, 19)

  • Mas los hombres malvados y perversos de entre la gente que había ido con David tomaron la palabra y dijeron: "Puesto que no habéis ido con nosotros, no os daremos nada del botín que hemos tomado, sino únicamente a cada uno su mujer y sus hijos; que los tomen y que se larguen". (I Samuel 30, 22)

  • Por eso, no se apartará nunca de tu casa la espada, por haberme despreciado y haber tomado por esposa a la mujer de Urías, el hitita. (II Samuel 12, 10)

  • Del mismo estilo hizo la propia casa, en un atrio distinto detrás del pórtico; y a la hija del Faraón, que había tomado por esposa, le hizo una casa al estilo del pórtico. (I Reyes 7, 8)

  • Había criado a una cierta Hedisa, es decir, Ester, hija de un tío suyo, huérfana de padre y madre. Era muy bella y hermosa, y a la muerte de sus padres, Mardoqueo la había tomado como hija suya. (Ester 2, 7)

  • Pero cuando Trifón supo que Simón había tomado el mando en lugar de su hermano Jonatán y que estaba dispuesto a luchar contra él, le mandó algunos emisarios (I Macabeos 13, 14)

  • Luego reflexioné sobre todas las obras que mis manos habían hecho y sobre la fatiga que me había tomado por hacerlas, y he aquí que todo es vanidad, andar a la caza del viento, y no queda provecho alguno bajo el sol. (Eclesiastés 2, 11)

  • hasta que haya machacado los lomos de los hombres sin piedad y haya tomado venganza de las gentes; (Eclesiástico 35, 20)

  • Antes del tiempo de su eterno reposo rindió testimonio delante del Señor y de su ungido: "De nadie he tomado bienes, ni siquiera unas sandalias", y nadie pudo acusarle. (Eclesiástico 46, 19)

  • Entonces voló hacia mí uno de los serafines llevando un carbón encendido que había tomado del altar con unas tenazas. (Isaías 6, 6)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina