Talált 79 Eredmények: Volverá

  • Esto dice el Señor: Volverá a haber en este lugar, ahora desierto, sin hombres ni animales, así como en todas las ciudades, pastos donde los pastores apacentarán el rebaño. (Jeremías 33, 12)

  • Los entregaré en manos de aquellos que buscan su vida, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en la de sus servidores. Pero después de esto volverá a ser habitado como antaño" -dice el Señor-. (Jeremías 46, 26)

  • Y tú no temas, siervo mío Jacob; ni tiembles, Israel. Mira, yo te libraré de tierras lejanas, y a tu descendencia de su país de exilio. Jacob volverá a vivir en paz y en seguridad, sin que nadie lo inquiete. (Jeremías 46, 27)

  • Como en la destrucción de Sodoma y Gomorra y de las ciudades vecinas -dice el Señor-, no quedará allí nadie, ni un alma volverá a vivir allí. (Jeremías 49, 18)

  • Jasor quedará como guarida de chacales, un desierto para siempre; nadie más habitará en ella, ni un alma volverá a vivir allí". (Jeremías 49, 33)

  • Y haré volver a Israel a su pradera, y pacerá en el Carmelo y el Basán, y en los montes de Efraín y Galaad volverá a hartarse. (Jeremías 50, 19)

  • Por eso allí habitarán las fieras y los chacales, los avestruces tendrán allí su morada. No volverá a ser habitada jamás, ni repoblada en todas las generaciones. (Jeremías 50, 39)

  • Como en la destrucción de Sodoma y Gomorra y de las ciudades vecinas -dice el Señor-, no quedará allí nadie, ni un alma volverá a vivir allí. (Jeremías 50, 40)

  • No se volverá a sacar de ti piedra angular ni piedra de cimiento, pues quedarás como desolación perpetua -dice el Señor-. (Jeremías 51, 26)

  • Sus ciudades se han convertido en un desierto, en tierra árida, en estepa; nadie ya vivirá allí, ni un alma volverá a pasar por ella. (Jeremías 51, 43)

  • Y dirás: ¡Señor! Tú mismo has sentenciado que este lugar será destruido y que nadie lo volverá a habitar; ni hombre, ni bestia, sino que será un perpetuo desierto. (Jeremías 51, 62)

  • El rostro del Señor los dispersó, no volverá a mirarlos. No hubo respeto para los sacerdotes, ni se tuvo piedad de los ancianos. (Lamentaciones 4, 16)


“Que Nossa Mãe do Céu tenha piedade de nós e com um olhar maternal levante-nos, purifique-nos e eleve-nos a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina