Talált 365 Eredmények: agua

  • Gemirán los pescadores, se lamentarán los que echan el anzuelo en el río; los que extienden la red en el agua estarán desolados; (Isaías 19, 8)

  • Id al encuentro del sediento a llevarle agua, habitantes del país de Temá; para darle pan, salid al encuentro del fugitivo. (Isaías 21, 14)

  • y se hace pedazos como un jarro de alfarero estrellado sin piedad: entre sus trozos no se encuentra ni un cascote para coger fuego del fogón o sacar agua de la cisterna. (Isaías 30, 14)

  • Después de haberos dado el Señor el pan de la angustia y el agua de la aflicción, tu maestro no se esconderá más, sino que tus ojos le verán, (Isaías 30, 20)

  • En todo monte alto y en toda colina elevada habrá arroyos y corrientes de agua el día de la gran matanza, cuando caigan las torres. (Isaías 30, 25)

  • Cada uno será como un refugio contra el viento y un abrigo contra la tempestad; como corrientes de agua en tierra seca, como la sombra de una gran peña en tierra ardiente. (Isaías 32, 2)

  • ése morará en lugar excelso, ciudadela escarpada será su refugio, tendrá pan y no le faltará agua. (Isaías 33, 16)

  • Saltará el cojo como un ciervo, la lengua del mudo gritará de júbilo, porque en el desierto brotarán corrientes de agua, y torrentes en la estepa; (Isaías 35, 6)

  • No escuchéis a Ezequías, pues esto dice el rey de Asiria: Haced la paz conmigo, venid a mí y cada uno de vosotros comerá el fruto de su viña y de su higuera; cada uno beberá el agua de su pozo, (Isaías 36, 16)

  • Los humillados y los pobres buscan agua y no la hay; su lengua de sed está reseca. Yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. (Isaías 41, 17)

  • Las bestias del campo me glorificarán, los chacales y las avestruces, porque yo daré agua en el desierto, y ríos en la tierra seca, para abrevar a mi pueblo, a mi elegido. (Isaías 43, 20)

  • porque yo derramaré agua en el suelo sediento, y torrentes en la tierra reseca: infundiré mi espíritu en tu raza y mi bendición en tu posteridad. (Isaías 44, 3)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina