Talált 135 Eredmények: asamblea

  • Los siete días presentaréis ofrendas quemadas en honor del Señor; el día octavo celebraréis asamblea santa y presentaréis una ofrenda quemada en honor del Señor: es día de asamblea; no haréis en él trabajo alguno. (Levítico 23, 36)

  • Para reunir la asamblea se dará un toque normal, no vibrante. (Números 10, 7)

  • Se amotinaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: "¡Esto ya es demasiado! Si todos los miembros de la comunidad son santos y el Señor está en medio de ellos, ¿por qué os levantáis vosotros por encima de toda la asamblea del Señor?". (Números 16, 3)

  • Bajaron vivos al abismo, ellos y todos sus bienes; la tierra se cerró sobre ellos y desaparecieron de en medio de la asamblea. (Números 16, 33)

  • Aarón tomó el incensario, como había dicho Moisés, y corrió hacia la asamblea. La mortandad ya había empezado a hacer estragos en el pueblo. Puso el incienso, hizo el rito de absolución sobre el pueblo, (Números 17, 12)

  • El primer día habrá asamblea santa; no haréis ningún trabajo. (Números 28, 18)

  • El séptimo día tendréis asamblea santa; no haréis ningún trabajo". (Números 28, 25)

  • "El día de las primicias, cuando vayáis a presentar al Señor la ofrenda de los frutos nuevos en vuestra fiesta de las semanas, tendréis asamblea santa; no haréis ningún trabajo. (Números 28, 26)

  • "El primer día del séptimo mes tendréis asamblea santa; no haréis ningún trabajo. Será para vosotros éste el día de las aclamaciones. (Números 29, 1)

  • El diez del mismo séptimo mes tendréis asamblea santa; ayunaréis y no haréis ningún trabajo. (Números 29, 7)

  • El día quince del séptimo mes tendréis asamblea santa y no haréis en él ningún trabajo. Celebraréis fiesta en honor del Señor durante siete días. (Números 29, 12)

  • Y el Señor me dio las dos tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios, las cuales respondían exactamente a los mandamientos que el Señor os había anunciado en la montaña, en medio del fuego, el día de la asamblea. (Deuteronomio 9, 10)


“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina