Talált 1632 Eredmények: batalla contra los filisteos

  • Y el Señor dijo a Moisés: "Baja de nuevo y sube luego con Aarón; pero que los sacerdotes y el pueblo no traspasen el límite para subir hacia el Señor, pues arremetería contra ellos". (Exodo 19, 24)

  • No darás falso testimonio contra tu prójimo. (Exodo 20, 16)

  • Si un hombre se irrita contra su prójimo y lo mata con premeditación, será arrancado incluso de mi altar para hacerlo morir. (Exodo 21, 14)

  • No blasfemarás contra Dios ni maldecirás al jefe de tu pueblo. (Exodo 22, 27)

  • Respeta su presencia y escucha su voz; no te rebeles contra él, porque no perdonará vuestra infidelidad, pues mi nombre está en él. (Exodo 23, 21)

  • No los echaré de tu presencia en un solo año, para que no se quede la tierra desierta y se multipliquen contra ti las fieras salvajes, (Exodo 23, 29)

  • Estableceré los confines de tu territorio desde el mar Rojo hasta el mar de los filisteos, desde el desierto hasta el río; pondré en vuestras manos a los habitantes del país, y tú los echarás de tu presencia. (Exodo 23, 31)

  • No los dejarás habitar en tu tierra, para que no te inciten a pecar contra mí sirviendo a sus dioses, lo cual sería la ruina para ti". (Exodo 23, 33)

  • No extendió su mano contra aquellos elegidos de Israel; y ellos vieron a Dios, comieron y bebieron. (Exodo 24, 11)

  • Déjame que se encienda mi ira contra ellos y los aniquile, mientras que de ti haré un gran pueblo". (Exodo 32, 10)

  • Moisés aplacó al Señor, su Dios, diciendo: "¿Por qué, oh Señor, se ha de encender tu ira contra tu pueblo, al que sacaste de Egipto con gran fuerza y con mano poderosa? (Exodo 32, 11)

  • ¿Por qué van a poder decir los egipcios: Con muy mala intención los hizo salir, para hacerlos perecer en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra? Aplaca tu ira y arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo. (Exodo 32, 12)


“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina