Talált 102 Eredmények: batalla de jehosafá

  • Las tropas de Esdrías estaban desfallecidas por tan larga batalla, pero Judas oró al Señor pidiendo que se manifestara como aliado suyo y caudillo en la batalla. (II Macabeos 12, 36)

  • La angustia de los que se habían quedado en la ciudad no era pequeña, preocupados por la batalla que se iba a dar en el campo. (II Macabeos 15, 19)

  • Terminada la batalla, y mientras volvían llenos de alegría, vieron que el mismo Nicanor yacía en tierra muerto, con toda su armadura. (II Macabeos 15, 28)

  • Tú hubieras podido en batalla campal entregar a los malvados en manos de los justos, o aniquilarlos de golpe con bestias feroces o con una severa palabra. (Sabiduría 12, 9)

  • Apenas ha descansado un poco o nada, lo mismo en sueño que en vigilia, se siente turbado con las visiones de su mente, como un fugitivo del frente de batalla. (Eclesiástico 40, 6)

  • Están armados de arcos y espadas; son crueles, sin piedad. Su clamor es como el estruendo del mar, cabalgan en corceles, cada uno está armado para la batalla contra ti, hija de Sión. (Jeremías 6, 23)

  • No habéis escalado a las brechas, ni habéis reconstruido los muros de la casa de Israel, para que pueda resistir en la batalla el día del Señor. (Ezequiel 13, 5)

  • surgirá la confusión en tu pueblo: todas tus fortalezas serán destruidas, como Salmán arrasó a Bet Arbel el día de la batalla, cuando la madre fue estrellada sobre sus propios hijos. (Oseas 10, 14)

  • Como un estrépito de carros que saltan sobre las cimas de los montes, como el crujir de la llama que devora el rastrojo: un pueblo poderoso puesto en orden de batalla. (Joel 2, 5)

  • prenderé fuego a los muros de Rabbá y devorará sus palacios entre el clamor de un día de batalla y el torbellino de un día de huracán. (Amós 1, 14)

  • El escudo de sus guerreros es rojo, sus soldados visten de escarlata; brilla en los carros el acero cuando se alinean para la batalla y se agitan las lanzas. (Nahún 2, 4)

  • Mi ira se ha encendido contra los pastores, castigaré a los machos cabríos. Sí, el Señor todopoderoso visitará su rebaño -la casa de Judá- y le hará como un caballo brioso en la batalla. (Zacarías 10, 3)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina