Talált 132 Eredmények: batalla final

  • Después de las sesenta y dos semanas, matarán a un ungido inocente. La ciudad y el santuario serán destruidos por un príncipe que ha de venir. Su fin será en un cataclismo, y hasta el final habrá guerra y devastaciones decretadas. (Daniel 9, 26)

  • Y he venido a darte a conocer lo que sucederá a tu pueblo al final de los tiempos, porque esta visión se refiere a días aún lejanos". (Daniel 10, 14)

  • Al final se enfrentará a él el rey del sur; pero el rey del norte se levantará contra él con sus carros y jinetes y con numerosas naves, entrará en su país, lo invadirá y lo atravesará. (Daniel 11, 40)

  • Me respondió: "Anda, Daniel, que estas palabras han de quedar cerradas y selladas hasta el momento final. (Daniel 12, 9)

  • Y tú, vete a descansar; te levantarás para recibir tu suerte al final de los días". (Daniel 12, 13)

  • surgirá la confusión en tu pueblo: todas tus fortalezas serán destruidas, como Salmán arrasó a Bet Arbel el día de la batalla, cuando la madre fue estrellada sobre sus propios hijos. (Oseas 10, 14)

  • Como un estrépito de carros que saltan sobre las cimas de los montes, como el crujir de la llama que devora el rastrojo: un pueblo poderoso puesto en orden de batalla. (Joel 2, 5)

  • prenderé fuego a los muros de Rabbá y devorará sus palacios entre el clamor de un día de batalla y el torbellino de un día de huracán. (Amós 1, 14)

  • Cambiaré en duelo vuestras fiestas y en lamentos todos vuestros cánticos; cubriré de saco todos vuestros lomos y toda cabeza de calvicie; haré de este duelo un duelo de hijo único, y su final será como día de amargura. (Amós 8, 10)

  • El escudo de sus guerreros es rojo, sus soldados visten de escarlata; brilla en los carros el acero cuando se alinean para la batalla y se agitan las lanzas. (Nahún 2, 4)

  • Mi ira se ha encendido contra los pastores, castigaré a los machos cabríos. Sí, el Señor todopoderoso visitará su rebaño -la casa de Judá- y le hará como un caballo brioso en la batalla. (Zacarías 10, 3)

  • Serán como héroes en la batalla que pisan el polvo de las calles; pelearán porque el Señor está con ellos, y los jinetes serán cubiertos de vergüenza. (Zacarías 10, 5)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina