Talált 944 Eredmények: ciudad santa

  • Si te encuentras en tu ciudad con una causa difícil, de homicidio, peleas, lesiones u otro litigio cualquiera, irás al lugar elegido por el Señor, tu Dios, (Deuteronomio 17, 8)

  • los ancianos de su ciudad le mandarán prender y le entregarán en manos del vengador de sangre, para que lo mate. (Deuteronomio 19, 12)

  • Cuando te acerques a una ciudad para atacarla, le brindarás primero la paz. (Deuteronomio 20, 10)

  • Las mujeres, los niños, los ganados y lo que haya en la ciudad, lo tomarás contigo y disfrutarás del botín que el Señor, tu Dios, te haya dado. (Deuteronomio 20, 14)

  • Si para conquistar una ciudad te ves obligado a sitiarla por largo tiempo, no destruyas los árboles a golpe de hacha. Come sus frutos, pero no los tales. ¿Es que son hombres los árboles del campo para que los asedies? (Deuteronomio 20, 19)

  • para localizar la más cercana. Entonces los ancianos de esta ciudad tomarán una becerra que no haya trabajado todavía ni haya sido uncida al yugo, (Deuteronomio 21, 3)

  • Y todos los ancianos de la ciudad más cercana a la víctima lavarán sus manos sobre la becerra degollada en el valle, (Deuteronomio 21, 6)

  • los padres lo llevarán a los ancianos a las puertas de la ciudad (Deuteronomio 21, 19)

  • Si tu hermano no es de tu ciudad ni lo conoces, encierra el animal en tu casa y tenlo allí hasta que tu hermano venga a buscarlo, y entonces se lo entregarás. (Deuteronomio 22, 2)

  • los padres de la joven tomarán las pruebas de la virginidad y las presentarán a los ancianos en las puertas de la ciudad. (Deuteronomio 22, 15)

  • tanto que le hace acusaciones deshonrosas, diciendo: No he encontrado virgen a tu hija. Pero ahí están las pruebas de la virginidad. Y extenderá la sábana ante los ancianos de la ciudad. (Deuteronomio 22, 17)

  • la sacarán fuera de la casa de su padre y toda la ciudad la matará a pedradas, por haber cometido una acción infame en Israel prostituyendo la casa de su padre. Así extirparás la maldad de en medio de ti. (Deuteronomio 22, 21)


“O bem dura eternamente.” São Padre Pio de Pietrelcina