Talált 287 Eredmények: conquista del trono
Uno solo es sabio y muy temible, el que se sienta sobre su trono. (Eclesiástico 1, 8)
El Señor arranca de raíz el trono de los potentes y hace sentar en su lugar a los mansos. (Eclesiástico 10, 14)
Habité en las alturas, y mi trono fue columna de nube. (Eclesiástico 24, 4)
Desde el que se sienta en trono de gloria hasta el humillado en polvo y ceniza; (Eclesiástico 40, 3)
Y el Señor tronó desde los cielos e hizo oír su voz en medio de gran ruido. (Eclesiástico 46, 17)
El Señor perdonó sus pecados, exaltó para siempre su poder, le otorgó un pacto real y le dio un trono de gloria en Israel. (Eclesiástico 47, 11)
Le sucedió en el trono un hijo lleno de sabiduría que, gracias a él, vivió en prosperidad: (Eclesiástico 47, 12)
El año de la muerte del rey Ozías vi al Señor sentado en su trono elevado y excelso: la orla de su vestido llenaba el templo. (Isaías 6, 1)
para ensanchar el imperio, para una paz sin fin en el trono de David y en su reino; para asentarlo y afirmarlo en el derecho y la justicia desde ahora para siempre. El celo del Señor omnipotente hará todo esto. (Isaías 9, 6)
Te decías en tu corazón: El cielo escalaré, encima de las estrellas de Dios levantaré mi trono; en el monte de la asamblea me sentaré, en lo último del norte. (Isaías 14, 13)
Entonces el trono se afincará en la bondad; en él se sentará con fidelidad bajo la tienda de David un juez amante del derecho y celador de la justicia. (Isaías 16, 5)
Esto me ha dicho el Señor: Me quedaré quieto y miraré desde mi trono, como el calor ardiente cuando el sol brilla, como nube de rocío en el calor de la siega. (Isaías 18, 4)