Talált 83 Eredmények: culto

  • Y el rey de Asiria ordenó: "Llevad allá uno de los sacerdotes que trajisteis cautivos para que viva con ellos y les enseñe el culto del Dios del país". (II Reyes 17, 27)

  • Vino uno de los sacerdotes que había sido deportado de Samaría, se estableció en Betel y les enseñaba cómo debían dar culto al Señor. (II Reyes 17, 28)

  • Daban también culto al Señor. Nombraron sacerdotes de entre ellos mismos para que oficiaran el culto en los santuarios de las colinas. (II Reyes 17, 32)

  • Así que daban culto al Señor y a sus dioses, según los ritos de las naciones de donde habían sido deportados. (II Reyes 17, 33)

  • sólo al Señor, que os sacó de Egipto con gran fuerza y poder, le daréis culto, os postraréis ante él y le ofreceréis sacrificios. (II Reyes 17, 36)

  • Guardaréis fielmente los preceptos y las normas, las leyes y los mandamientos que os escribió. No daréis culto a dioses extranjeros. (II Reyes 17, 37)

  • No olvidaréis la alianza que hice con vosotros y no daréis culto a dioses extranjeros, (II Reyes 17, 38)

  • Y así aquellas gentes dieron al mismo tiempo culto al Señor y a sus ídolos. Y sus descendientes siguen haciendo hasta el día de hoy lo mismo que ellos. (II Reyes 17, 41)

  • Reconstruyó las colinas que su padre Ezequías había destruido; levantó altares a Baal, y un cipo sagrado, como había hecho Acaz, rey de Israel; adoró a todos los astros del cielo y les rindió culto. (II Reyes 21, 3)

  • El rey ordenó al sumo sacerdote Jelcías, al sacerdote segundo y a los guardianes de la puerta sacar fuera del templo del Señor todos los utensilios del culto de Baal, de Aserá y de los astros del cielo; los quemó a las afueras de Jerusalén en los campos del Cedrón y llevó sus cenizas a Betel. (II Reyes 23, 4)

  • Algunos de ellos tenían a su cargo los utensilios del culto, que eran contados cuando salían y cuando entraban. (I Crónicas 9, 28)

  • Hijos de Amrán: Aarón y Moisés. Aarón fue elegido, con sus hijos, para servir perpetuamente en las cosas más santas: ofrecer el incienso delante del Señor, darle culto y bendecir en su nombre eternamente. (I Crónicas 23, 13)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina