Talált 286 Eredmények: diciendo
Yo invoqué entonces al Señor diciendo: (Deuteronomio 3, 23)
no caigas en la trampa, no sigas sus caminos ni te preocupes de sus dioses diciendo: ¿Cómo daban culto estos pueblos a sus dioses?, pues así quiero darlo yo también. (Deuteronomio 12, 30)
diciendo: ¡Escucha, Israel! Hoy mismo vais a dar la batalla contra vuestros enemigos. No desfallezca vuestro corazón. No temáis, no tembléis ni os asustéis ante ellos, (Deuteronomio 20, 3)
Luego hablarán al pueblo los escribas, diciendo: ¿Hay alguno que tenga edificada una casa nueva y no la haya estrenado todavía? Que se vuelva a su casa, no sea que muera en el combate y sea otro quien la estrene. (Deuteronomio 20, 5)
Los jefes seguirán diciendo a la tropa: ¿Hay alguien que tenga miedo y se acobarde? Que se vuelva a su casa para que no contagie la cobardía a sus hermanos. (Deuteronomio 20, 8)
le imputa falsos delitos y la difama diciendo: Me casé con esta mujer, pero cuando me uní a ella no la encontré virgen, (Deuteronomio 22, 14)
tanto que le hace acusaciones deshonrosas, diciendo: No he encontrado virgen a tu hija. Pero ahí están las pruebas de la virginidad. Y extenderá la sábana ante los ancianos de la ciudad. (Deuteronomio 22, 17)
Los ancianos de la ciudad lo llamarán y le hablarán. Si persiste en su negativa, diciendo: No quiero casarme con ella, (Deuteronomio 25, 8)
"Recordad lo que os mandó Moisés, siervo del Señor, diciendo: El Señor, vuestro Dios, os concede el descanso al daros esta tierra. (Josué 1, 13)
Josué los llamó y les dijo: "¿Por qué nos habéis engañado, diciendo que veníais de muy lejos, siendo así que vivís aquí al lado? (Josué 9, 22)
El ángel del Señor subió de Guilgal a Betel y dijo: "Yo os saqué de Egipto y os traje a esta tierra que había prometido con juramento a vuestros padres, diciendo: No romperé jamás mi alianza con vosotros. (Jueces 2, 1)
Gedeón le respondió: "Por favor, mi Señor; si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos sucede todo esto? ¿Dónde están todos los prodigios que nos cuentan nuestros padres diciendo: No nos sacó el Señor de Egipto? Y ahora el Señor nos ha abandonado y nos ha entregado al poder de los madianitas". (Jueces 6, 13)