Talált 215 Eredmények: diez plagas

  • envió a diez jóvenes con esta orden: "Subid al Carmelo, presentaos a Nabal y saludadle de mi parte. (I Samuel 25, 5)

  • Unos diez días después, el Señor hirió a Nabal y murió. (I Samuel 25, 38)

  • ¿No es éste aquel David del cual se cantaba danzando: Saúl mató mil y David diez mil?". (I Samuel 29, 5)

  • y salió el rey y toda su casa detrás de él; pero el rey dejó diez concubinas para guardar la casa, (II Samuel 15, 16)

  • El ejército respondió: "No, tú no debes ir, porque si nosotros nos damos a la fuga, nadie se fijaría en nosotros; pero tú eres como diez mil hombres entre nosotros. Y es mejor que te quedes en la ciudad para venir a socorrernos". (II Samuel 18, 3)

  • Joab le contestó: "Si lo has visto, ¿por qué no lo has matado y tirado al suelo? Yo te hubiera dado diez monedas de plata y un cinturón". (II Samuel 18, 11)

  • Después llegaron diez jóvenes, escuderos de Joab, y lo remataron. (II Samuel 18, 15)

  • Los de Israel respondieron a los de Judá: "Nosotros tenemos diez partes en el rey, y además somos el primogénito. ¿Por qué nos despreciáis? ¿No hemos sido nosotros los primeros en hacer volver al rey?". Las palabras de los de Judá fueron más duras que las de los de Israel. (II Samuel 19, 44)

  • David entró en su palacio, en Jerusalén. Y el rey tomó a las diez concubinas que había dejado para guardar el palacio y las puso bajo su guardia. Él proveyó a su sustento, pero no volvió a tener relaciones con ellas, y estuvieron encerradas, como viudas, hasta el día de su muerte. (II Samuel 20, 3)

  • diez toros cebados y veinte de pasto, cien ovejas, sin contar los ciervos, gacelas, corzos, gansos y aves cebadas; (I Reyes 5, 3)

  • Y los mandó al Líbano en brigadas de diez mil cada mes. Un mes estaban en el Líbano y dos meses en sus casas. Al frente de la leva estaba Adonirán. (I Reyes 5, 28)

  • El templo tenía treinta metros de largo, diez de ancho y quince de alto. (I Reyes 6, 2)


“Faltar com a caridade¨¦ como ferir a pupila dos olhos de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina