Talált 47 Eredmények: dirección

  • Ya habéis dado bastantes vueltas a esta montaña. Tomad la dirección del norte. (Deuteronomio 2, 3)

  • El Señor los dispersó ante Israel y les infligió una gran derrota en Gabaón; los persiguió en dirección de la bajada de Bejorón y los derrotó hasta Azeca y hasta Maqueda. (Josué 10, 10)

  • Desde la cima del monte, el límite torcía hacia las fuentes de Neftoaj, se dirigía hacia el monte de Efrón y se volvía en dirección a Baalá, es decir, Quiriat Yearín. (Josué 15, 9)

  • allí pasaba en dirección a Jéfer, por Itacasín, subía hacia Remón y volvía hacia Neá. (Josué 19, 13)

  • David y sus gentes salían y hacían incursiones contra los guesuritas, los guirsitas y los amalecitas, pues éstos habitaban la región que va desde Telán, en dirección a Sur, hasta la tierra de Egipto. (I Samuel 27, 8)

  • y el resto del ejército, bajo la dirección de su hermano Abisay, lo colocó frente a los amonitas. (II Samuel 10, 10)

  • Llegaron los servidores de Absalón, entraron en la casa de la mujer y le preguntaron: "¿Dónde están Ajimás y Jonatán?". La mujer les contestó: "Pasaron en dirección al río". Los buscaron y, al no encontrarlos, se volvieron a Jerusalén. (II Samuel 17, 20)

  • Se repartieron el país para recorrerlo. Ajab partió en una dirección, y Abdías en otra. (I Reyes 18, 6)

  • Y dijo a su criado: "Sube y mira en dirección del mar". Subió, miró y dijo: "No hay nada". Le dijo: "Sube hasta siete veces". (I Reyes 18, 43)

  • y el resto del ejército, bajo la dirección de su hermano Abisay, lo enfrentó con los amonitas. (I Crónicas 19, 11)

  • Hijos de Asaf: Zacur, José, Natanías y Asarela, que estaban bajo la dirección de Asaf, su padre, el cual profetizaba según las órdenes del rey. (I Crónicas 25, 2)

  • Hijos de Yedutún: Godolías, Serí, Isaías, Simeí, Yasabías y Matatías, seis, bajo la dirección de Yedutún, que profetizaba al son de la cítara en honor y alabanza del Señor. (I Crónicas 25, 3)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina