Talált 34 Eredmények: disciplina divina

  • El hijo sabio ama la disciplina, el insolente no escucha la reprensión. (Proverbios 13, 1)

  • Miseria y vergüenza para el que rechaza la disciplina, honor para el que acoge la corrección. (Proverbios 13, 18)

  • Desgraciado el que desprecia la sabiduría y la disciplina; vana es su esperanza, infructuoso su trabajo e inútiles sus obras. (Sabiduría 3, 11)

  • La visita divina se extenderá a los ídolos de los gentiles, porque en la creación de Dios se han convertido en algo aborrecible, en escándalo para las almas de los hombres y en lazo para los pies de los necios. (Sabiduría 14, 11)

  • A la vista de estas insignias, el exterminador retrocedió asustado, pues era suficiente la simple experiencia de la ira divina. (Sabiduría 18, 25)

  • Al comienzo lo llevará por caminos tortuosos y traerá sobre él el miedo y el terror; lo atormentará con su disciplina hasta que ella tenga confianza en él; le probará con sus preceptos. (Eclesiástico 4, 17)

  • ¿Quién aplicará el azote a mis pensamientos, y la disciplina de la sabiduría a mi corazón sin disimular mis errores, para que no incurra en pecados? (Eclesiástico 23, 2)

  • El que teme al Señor acepta la disciplina, y los que le buscan encuentran su favor. (Eclesiástico 32, 14)

  • No siendo otra cosa que madera, dorada o plateada, fácilmente se puede deducir de aquí que no son más que mentira. Para todos, naciones y reyes, resultará claro que no son dioses, sino hechura de manos de hombres, y que en ellos no hay ninguna operación divina. (Baruc 6, 50)

  • ¿No ha hecho el Señor un ser único, carne animada de vida? Y este ser único, ¿qué busca? Una descendencia divina. Respetad vuestras vidas y no seáis infieles a la esposa de vuestra juventud. (Malaquías 2, 15)

  • Cuando los indígenas vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: "Este hombre es ciertamente un asesino; se ha librado del mar, pero la justicia divina no le permite vivir". (Hechos 28, 4)

  • una sabiduría divina, misteriosa, oculta, que Dios destinó para nuestra gloria antes de crear el mundo. (I Corintios 2, 7)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina