Talált 363 Eredmények: ejército de madián
Aunque derrotarais al ejército entero de los caldeos que combaten contra vosotros y no quedasen entre ellos más que unos pocos malheridos, saldrían éstos uno a uno de su tienda y prenderían fuego a esta ciudad". (Jeremías 37, 10)
Cuando el ejército de los caldeos se retiró de Jerusalén debido a la inminencia del ejército del Faraón, (Jeremías 37, 11)
Esto dice el Señor: Jerusalén caerá sin remedio en manos del ejército del rey de Babilonia, que la tomará". (Jeremías 38, 3)
El año noveno de Sedecías, rey de Judá, en el mes décimo, Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino con todo su ejército contra Jerusalén y la cercó. (Jeremías 39, 1)
Sobre Egipto. Contra el ejército del faraón Necó, rey de Egipto, que se encontraba junto al río Éufrates, en Cárquemis, y a quien derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia, el año cuarto de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá. (Jeremías 46, 2)
¡No entese el arquero su arco, ni se cubra con su coraza! No perdonéis a sus jóvenes, aniquilad todo su ejército. (Jeremías 51, 3)
Y en el año noveno de su reinado, el día diez del décimo mes, Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó con todo su ejército contra Jerusalén. Acampó junto a ella y levantó alrededor un terraplén de asedio. (Jeremías 52, 4)
Pero el ejército de los caldeos salió en persecución del rey, y dieron alcance a Sedecías en la llanura de Jericó; todos sus hombres lo abandonaron y se dispersaron. (Jeremías 52, 8)
Entre los ciudadanos hizo prisionero a un eunuco, comisario de los hombres de guerra, y a siete familiares del rey que fueron encontrados en la ciudad; al secretario del jefe del ejército, encargado del reclutamiento, y a sesenta hombres del pueblo que se encontraban en la ciudad. (Jeremías 52, 25)
Los hijos de Agar, que andan buscando la prudencia en la tierra, los mercaderes de Madián y de Temán, los narradores de fábulas y los buscadores de prudencia no conocieron el camino de la sabiduría, ni descubrieron sus senderos. (Baruc 3, 23)
Tampoco pueden resistir a un rey ni a un ejército enemigo. (Baruc 6, 55)
Sentí el rumor de las alas mientras se movían; parecía el rumor de aguas ingentes, semejante a la voz del todopoderoso; un ruido tumultuoso como el de un ejército. Y cuando se pararon, replegaron sus alas. (Ezequiel 1, 24)