Talált 497 Eredmények: familia de Aarón

  • Acrecentó así la gloria de Aarón y le asignó una heredad; le dio en porción las primicias de los frutos y el pan en abundancia; (Eclesiástico 45, 20)

  • También hizo Dios un pacto con David, hijo de Jesé, de la tribu de Judá. La sucesión real pasa sólo a uno de sus hijos, mientras que la herencia de Aarón pasa a toda su posteridad. (Eclesiástico 45, 25)

  • todos los hijos de Aarón en su gloria, con los sacrificios del Señor en sus manos ante toda la asamblea de Israel, (Eclesiástico 50, 13)

  • entonces gritaban los hijos de Aarón, tocaban las trompetas de metal bruñido, dejando oír un potente sonido, como memorial ante el altísimo. (Eclesiástico 50, 16)

  • Éstas son las palabras de Jeremías, hijo de Jelcías, de la familia de sacerdotes que habitaban en Anatot, en el territorio de Benjamín. (Jeremías 1, 1)

  • Volved, hijos rebeldes -dice el Señor-, porque yo soy vuestro dueño; os tomaré, uno de cada ciudad y dos de cada familia, y os conduciré a Sión. (Jeremías 3, 14)

  • Pues hasta tus hermanos y tu familia te traicionan. Ellos mismos, a tus espaldas, te critican a voces. No te fíes de ellos cuando te dan buenas palabras. (Jeremías 12, 6)

  • Yo tomé a Yazanías, hijo de Jeremías, hijo de Habasinías, a sus hermanos, a todos sus hijos y a toda la familia de los recabitas (Jeremías 35, 3)

  • Jeremías dijo a Sedecías: "Esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Si sales y te entregas a los generales del rey de Babilonia, salvarás tu vida, y esta ciudad no será entregada a las llamas: te salvarás juntamente con tu familia. (Jeremías 38, 17)

  • El rey ordenó después a Aspenaz, jefe de los eunucos, que escogiese de entre los israelitas algunos jóvenes de estirpe real y de familia noble: (Daniel 1, 3)

  • Escuchad esta palabra que el Señor dirige contra vosotros, israelitas, contra toda la familia que saqué de Egipto: (Amós 3, 1)

  • Yo te saqué de Egipto, de la casa de esclavitud te rescaté y mandé a tu frente a Moisés, Aarón y María. (Miqueas 6, 4)


“Viva feliz. Sirva ao Senhor alegremente e com o espírito despreocupado.” São Padre Pio de Pietrelcina