Talált 306 Eredmények: familia real

  • El Señor suscitó a Salomón un enemigo en Hadad, un idumeo de la estirpe real de Edón. (I Reyes 11, 14)

  • Se apoderó de los tesoros del templo del Señor y del palacio real. Todo se lo llevó, incluso los escudos de oro que había hecho el rey Salomón. (I Reyes 14, 26)

  • El rey Roboán hizo en su lugar otros escudos de bronce, que entregó a los jefes de la guardia que custodiaba la entrada del palacio real. (I Reyes 14, 27)

  • Entonces Asá tomó la plata y el oro de los tesoros del templo del Señor y del palacio real, y por medio de sus servidores los envió a Ben Hadad, hijo de Tabrimón y nieto de Jezyón, rey de Siria, que tenía su residencia en Damasco, con este mensaje: (I Reyes 15, 18)

  • Cuando Zimrí vio que la ciudad estaba tomada, se refugió en la ciudadela del palacio real; le prendió fuego, y así murió (I Reyes 16, 18)

  • El rey de Israel dijo a Josafat: "Yo iré disfrazado a la batalla, pero tú irás con tu vestidura real". Y se disfrazó y entró en batalla. (I Reyes 22, 30)

  • Pero luego se dijeron el uno al otro: "No debemos obrar así. Hoy es día de júbilo, y nosotros nos estamos callados. Si esperamos hasta el despuntar el día, incurriremos en un castigo. Vayamos a dar la noticia al palacio real". (II Reyes 7, 9)

  • Los centinelas transmitieron a gritos la noticia al interior del palacio real. (II Reyes 7, 11)

  • Eliseo dijo a la mujer cuyo hijo había resucitado: "Levántate y vete con tu familia a fijar tu residencia dondequiera que sea, porque el Señor ha llamado al hambre, que penetrará en el país durante siete años". (II Reyes 8, 1)

  • La mujer hizo sin demora lo que el hombre de Dios le había dicho, se fue con su familia y residió como emigrante en el país de los filisteos durante siete años. (II Reyes 8, 2)

  • Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había muerto, fue y exterminó a toda la familia real. (II Reyes 11, 1)

  • El año séptimo Yehoyadá mandó llamar a los jefes de centuria de los carios y de la escolta real y los hizo venir adonde él estaba, al templo del Señor. Hizo con ellos un pacto, y tomándoles juramento en el templo del Señor, les mostró al hijo del rey. (II Reyes 11, 4)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina