Talált 178 Eredmények: favor
Respondió: "Bien. Mi señor me envía a decirte: Acaban de llegar a mí dos muchachos de la montaña de Efraín, de los discípulos de los profetas. Dales, por favor, setenta kilos de plata y dos mudas de vestidos". (II Reyes 5, 22)
Entonces Eliaquín, hijo de Jelcías, Sebná y Yoaj dijeron al copero mayor: "Por favor, habla a tus siervos en arameo, pues nosotros lo entendemos; no nos hables en judío a oídos del pueblo que está sobre la muralla". (II Reyes 18, 26)
yo seré para él un padre y él será para mí un hijo; no retiraré de él mi favor, como lo retiré de tu antecesor. (I Crónicas 17, 13)
¿Hay sobre la tierra un pueblo como tu pueblo, Israel, al que Dios mismo vino a rescatarlo para hacerlo su pueblo, para hacerlo famoso, para hacer en su favor terribles y grandes prodigios y expulsar a las naciones delante de tu pueblo al que rescataste de la esclavitud de Egipto? (I Crónicas 17, 21)
Pero añadió: "Por favor, consulta hoy la voluntad del Señor". (II Crónicas 18, 4)
Llevaron siete toros, siete carneros, siete corderos y siete machos cabríos para ofrecerlos en sacrificio por el pecado en favor de la monarquía, el santuario y Judá. El rey ordenó a los sacerdotes descendientes de Aarón que los ofrecieran sobre el altar del Señor. (II Crónicas 29, 21)
Pero Ezequías no correspondió al favor recibido, sino que se llenó de soberbia, por lo que la ira del Señor se encendió contra él, contra Judá y contra Jerusalén. (II Crónicas 32, 25)
que me granjeó el favor del rey, de sus consejeros y de todos los funcionarios reales más influyentes! Así yo, animado por la ayuda del Señor, mi Dios, convoqué a los israelitas más importantes para que vinieran conmigo. (Esdras 7, 28)
Porque somos esclavos, pero nuestro Dios no nos ha desamparado en nuestra esclavitud; antes bien, nos ha granjeado el favor de los reyes de Persia, nos ha dado un respiro para reconstruir el templo de nuestro Dios y restaurar sus ruinas y nos ha procurado un refugio seguro en Judá y en Jerusalén. (Esdras 9, 9)
le dije: "Si le parece bien al rey y quiere hacer un favor a su siervo, déjame ir a Judá, a la ciudad de las tumbas de mis padres, para poderla reconstruir". (Nehemías 2, 5)
y vine a Jerusalén; aquí me enteré del mal que había hecho Eliasib en favor de Tobías, proporcionándole un local en el atrio mismo del templo de Dios. (Nehemías 13, 7)
El altísimo me granjeó la simpatía y el favor de Salmanasar, y me convertí en su proveedor general. (Tobías 1, 13)