Talált 70 Eredmények: frontera

  • El tercer lote tocó en suerte a Zabulón, por sus clanes; su frontera se extendía hasta Sarid; (Josué 19, 10)

  • La frontera tocaba en Tabor, Sajasima y Bet Semes, y terminaba en el Jordán; dieciséis ciudades con sus aldeas. (Josué 19, 22)

  • Alammélec, Amad y Misal; su frontera por el oeste tocaba el Carmelo y el río Libnat; (Josué 19, 26)

  • Su frontera iba de Jélef y de la encina de Sananín a Adamí Nequeb, a Yabnel, hasta Lacún, y terminaba en el Jordán; (Josué 19, 33)

  • Llegó a oídos de los israelitas que los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés habían levantado un altar en la frontera de Canaán, junto al Jordán, en territorio israelita; (Josué 22, 11)

  • El Señor puso como frontera el Jordán entre nosotros y vosotros, los de Rubén y los de Gad. ¡Vosotros no tenéis parte en el Señor! Y así vuestros hijos harían que nuestros hijos no respetaran al Señor. (Josué 22, 25)

  • Después marchó por el desierto, rodeando la tierra de Edón y de Moab, y llegó al este de Moab. Acampó al otro lado del río Arnón, sin entrar en los términos de Moab, porque Arnón es la frontera de Moab. (Jueces 11, 18)

  • Por su parte, todos los moabitas, enterados de que los reyes avanzaban para luchar contra ellos, se concentraron todos, desde la edad de empuñar las armas para arriba, y se situaron en la frontera. (II Reyes 3, 21)

  • Dominó sobre todos los reyes, desde el Éufrates hasta la tierra de los filisteos y hasta la frontera de Egipto. (II Crónicas 9, 26)

  • Nombró a su hermano Simón jefe militar en la región que va desde la Escala de Tiro hasta la frontera de Egipto. (I Macabeos 11, 59)

  • Aquel día habrá un altar dedicado al Señor en medio de la tierra de Egipto, y una estela al Señor cerca de la frontera; (Isaías 19, 19)

  • La ciudad no será vuestra olla, ni vosotros seréis la carne en medio de ella. Dentro de la frontera de Israel os juzgaré. (Ezequiel 11, 11)


“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina