Talált 4530 Eredmények: gloria de Dios

  • y después de haber engendrado a Matusalén, siguió los caminos de Dios trescientos años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 22)

  • y siguió los caminos de Dios; después no fue visto más, porque Dios se lo llevó. (Génesis 5, 24)

  • los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron por esposas las que más les gustaron. (Génesis 6, 2)

  • En aquel entonces había gigantes en la tierra (y también después), cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres, y ellas les daban hijos. Éstos son los héroes de antaño, hombres famosos. (Génesis 6, 4)

  • Ésta es la historia de Noé: Noé era un hombre justo, íntegro, y entre sus compañeros seguía los caminos de Dios. (Génesis 6, 9)

  • La tierra estaba corrompida delante de Dios y toda ella llena de violencia. (Génesis 6, 11)

  • Dios miró a la tierra, y vio que estaba corrompida, porque todo mortal había corrompido su camino sobre ella. (Génesis 6, 12)

  • Dios dijo a Noé: "He decidido acabar con todo ser viviente, porque la tierra está llena de violencia por culpa de los hombres. Voy a exterminarlos a todos ellos juntamente con la tierra. (Génesis 6, 13)

  • Noé lo hizo así, exactamente como Dios le había mandado. (Génesis 6, 22)

  • Noé hizo todo cuanto Dios le había mandado. (Génesis 7, 5)

  • entraron con Noé en el arca por parejas, como había ordenado Dios. (Génesis 7, 9)

  • un macho y una hembra de cada especie, tal y como se lo había ordenado Dios. Y el Señor cerró la puerta detrás de Noé. (Génesis 7, 16)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina