Talált 38 Eredmények: golpe

  • Salió también el rey de Israel y se apoderó de caballos y de carros, asestando un recio golpe a los sirios. (I Reyes 20, 21)

  • Marcharon sobre el campamento de Israel; pero los israelitas salieron y asestaron un rudo golpe a Moab, que se dio a la fuga. Ellos entraron en el país y derrotaron a Moab. (II Reyes 3, 24)

  • Le asestaron el golpe sus siervos Yozacar, hijo de Simat, y Yehozabad, hijo de Somer, y murió. Fue sepultado con sus antepasados en la ciudad de David. Le sucedió en el trono su hijo Amasías. (II Reyes 12, 22)

  • He aquí la lista de los héroes de David: Yasobán, jacamonita, jefe de los tres, el cual blandió la lanza contra trescientos, a los que mató de un solo golpe. (I Crónicas 11, 11)

  • y el Señor envió a un ángel, que aniquiló a todos los soldados, jefes y oficiales del campamento del rey de Asiria, el cual se vio obligado a regresar lleno de vergüenza a su tierra, donde murió asesinado a golpe de espada por sus propios hijos cuando estaba en el templo de su dios. (II Crónicas 32, 21)

  • Sacó la cabeza de las alforjas, se la mostró y dijo: "Aquí está la cabeza de Holofernes, general del ejército asirio. Aquí están también las colgaduras bajo las que dormía borracho. El Señor le dio un golpe mortal por mano de una mujer. (Judit 13, 15)

  • Durante el hambre te salvará de la muerte, y en la guerra del golpe de la espada. (Job 5, 20)

  • "¡A la desgracia el desprecio! -opina el que es feliz-. ¡Un golpe más a quien vacila!". (Job 12, 5)

  • Si no escuchan, un golpe los abate y mueren sin contarlo. (Job 36, 12)

  • Se presentó con astucia en son de paz, y lo creyeron. Pero, inesperadamente, irrumpió en la ciudad y la asestó un terrible golpe, matando a muchos en Israel. (I Macabeos 1, 30)

  • Creía que con la prisión de éste daba un grave golpe a los demás. (II Macabeos 14, 40)

  • Tú hubieras podido en batalla campal entregar a los malvados en manos de los justos, o aniquilarlos de golpe con bestias feroces o con una severa palabra. (Sabiduría 12, 9)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina