Talált 179 Eredmények: gracia divina

  • ¡Si me vas a tratar así, prefiero la muerte! ¡Si he hallado gracia a tus ojos, haz que termine mi aflicción!". (Números 11, 15)

  • Si tus siervos han hallado gracia a tus ojos, danos en propiedad esta tierra y no nos hagas pasar el Jordán". (Números 32, 5)

  • Después dijo a su padre: "Concédeme esta gracia: déjame libre durante dos meses para ir por los montes con mis compañeras llorando mi virginidad". (Jueces 11, 37)

  • Todo Israel se enteró de la sentencia que el rey había pronunciado y todos temieron al rey, viendo que había en él una sabiduría divina para administrar justicia. (I Reyes 3, 28)

  • Abandonaron el templo del Señor, Dios de sus padres, y dieron culto a imágenes de Aserá y a otros ídolos. Esto provocó la cólera divina, que cayó sobre Judá y Jerusalén. (II Crónicas 24, 18)

  • A pesar de todo, ahora el Señor nos ha concedido la gracia de dejarnos un resto y de darnos un asilo en su tierra santa. El Señor ha iluminado nuestros ojos y nos ha dado un respiro en medio de nuestra esclavitud. (Esdras 9, 8)

  • Luego me levanté de noche, con unos cuantos hombres, sin manifestar a nadie lo que por inspiración divina iba a hacer por Jerusalén, llevando sólo el caballo que yo montaba. (Nehemías 2, 12)

  • "Todos los servidores del rey y el pueblo de las provincias saben que cualquiera, hombre o mujer, que entre en el vestíbulo interno, sin haber sido llamado, cae bajo la ley inexorable que lo condena a muerte, a no ser que el rey, tendiendo hacia él su cetro de oro, le conceda la gracia de la vida. Hace ya treinta días que no me ha llamado". (Ester 4, 11)

  • Sí, el rey confía en el Señor, por la gracia del altísimo es inquebrantable. (Salmos 21, 8)

  • Eres el más hermoso de los hombres, la gracia corre por tus labios, porque Dios te ha bendecido para siempre. (Salmos 45, 3)

  • ¿Se habrá agotado su gracia para siempre?, ¿se acabó su promesa por todas las edades?; (Salmos 77, 9)

  • Salmo de Asaf Dios se levanta en la asamblea divina, juzga en medio de los dioses. (Salmos 82, 1)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina