Talált 47 Eredmények: grandeza

  • y os ha demostrado su grandeza. Ensalzadlo ante todos los vivientes, pues él es nuestro Señor y nuestro Dios, él es nuestro padre para siempre. (Tobías 13, 4)

  • Le daré gracias en el país de mi destierro y anunciaré su poder y su grandeza a mi pueblo pecador. Convertíos, pues, pecadores, y practicad ante él la justicia, seguros de que él mostrará su misericordia con vosotros. (Tobías 13, 8)

  • Ensalzaré a Dios, rey de los cielos, y mi alma radiante de júbilo proclamará su grandeza. (Tobías 13, 9)

  • Tobit murió en paz a la edad de ciento doce años y fue dignamente sepultado en Nínive. Tenía sesenta y dos años cuando se quedó ciego. Después de recuperar la vista abundó en bienes e hizo limosnas; continuó alabando a Dios y celebrando su grandeza. (Tobías 14, 2)

  • Todas las manifestaciones de su poder y de su valor y la descripción de la grandeza a la que elevó a Mardoqueo está escrito en las crónicas de los reyes de Media y Persia. (Ester 10, 2)

  • Como jefe de pueblos incontables y señor de toda la tierra, no quiero abusar de la grandeza de mi poderío, sino gobernar a mis vasallos con moderación y clemencia para que pasen una vida tranquila, sin temores, y gocen de la paz tan deseada por todos los hombres. (Ester 13, 2)

  • Tú conoces la grave situación en que me encuentro y sabes también que detesto el distintivo de mi grandeza que ciñe mi cabeza cuando aparezco en público. Sí, lo aborrezco como a un paño inmundo, y jamás lo llevo en mi vida privada. (Ester 14, 16)

  • Cuida de que el desdén no te conduzca al insulto, y la grandeza no te haga desviarte. (Job 36, 18)

  • ¡Ea, adórnate de majestad y de grandeza, revístete de gloria y de esplendor! (Job 40, 10)

  • alabad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos su nombre todos juntos. (Salmos 34, 4)

  • decid a Dios: "Tus obras son maravillosas". Por la grandeza de tu poder tus enemigos ante ti se rinden; (Salmos 66, 3)

  • Dios es grande y digno de alabanza, no tiene medida su grandeza. (Salmos 145, 3)


“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina