Talált 36 Eredmények: impuros

  • No os hagáis repugnantes vosotros a causa de estos reptiles ni os contaminéis con ellos, pues seríais igualmente impuros. (Levítico 11, 43)

  • Tal es la ley para los casos de lepra en un vestido, de lana o de lino, de tela o de punto, o en cualquier objeto de cuero, cuando se trata de declararlos puros o impuros". (Levítico 13, 59)

  • Cuando un hombre y una mujer se acuesten juntos y tengan relaciones sexuales, los dos se lavarán con agua y serán impuros hasta la tarde". (Levítico 15, 18)

  • Guardad mis mandamientos y no sigáis las costumbres infames que se practicaban antes de vosotros, si no queréis quedar impuros con ellas: yo, el Señor, vuestro Dios". (Levítico 18, 30)

  • No consultaréis a los nigromantes ni recurriréis a los adivinos, si no queréis quedar impuros: yo, el Señor, vuestro Dios. (Levítico 19, 31)

  • Separad también vosotros los animales puros de los impuros, las aves puras de las impuras, y no os contaminéis con animal alguno, ave o reptil que se arrastra sobre la tierra, animales que yo os he señalado como impuros. (Levítico 20, 25)

  • el que haya tocado animal u hombre impuros contrayendo su misma impureza, (Levítico 22, 5)

  • Si se trata de animales impuros, que no pueden ser presentados como ofrenda al Señor, cualquiera que sea el animal, será llevado al sacerdote, (Levítico 27, 11)

  • Pero si se trata de animales impuros, serán rescatados al precio que se valoren, más una quinta parte; si no fuera rescatado, será vendido al precio que se haya valorado. (Levítico 27, 27)

  • "Ordena a los israelitas que saquen del campamento a los leprosos, a los que padecen blenorragia, a los impuros por contacto con cadáveres; (Números 5, 2)

  • y les dijeron: "Estamos impuros por haber tocado un cadáver; ¿por qué no vamos a presentar la ofrenda al Señor con los demás israelitas?". (Números 9, 7)

  • El primogénito de toda especie, tanto de hombres como de animales, que se ofrece al Señor, será tuyo. Pero pedirás un rescate por los primogénitos de los hombres y de los animales impuros. (Números 18, 15)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina