Talált 2315 Eredmények: ira

  • El Señor dijo a Moisés: "Mira, yo te hago como un dios para el Faraón; y tu hermano Aarón será tu profeta. (Exodo 7, 1)

  • Tú dirás lo que yo te ordene, y Aarón, tu hermano, hablará al Faraón para que deje salir de su país a los israelitas. (Exodo 7, 2)

  • "Cuando os hable el Faraón y os diga: Haced algún prodigio, tú dirás a Aarón: Toma tu bastón y échalo delante del Faraón. El bastón se convertirá en serpiente". (Exodo 7, 9)

  • y le dirás: El Señor, Dios de los hebreos, me ha enviado para decirte: Deja ir a mi pueblo para que me sirva en el desierto, pero hasta ahora no has querido escuchar. Ahora dice el Señor: (Exodo 7, 16)

  • Para que sepas que soy yo el Señor, voy a golpear con el bastón que tengo en la mano las aguas del río y se convertirán en sangre. (Exodo 7, 17)

  • Los peces del río morirán, el río apestará y los egipcios no podrán beber más su agua". (Exodo 7, 18)

  • El Señor dijo a Moisés: "Di a Aarón: Toma tu bastón y extiende tu mano sobre las aguas de los egipcios: ríos, canales, estanques y depósitos de aguas, y se convertirán en sangre. Habrá sangre en todo el país de Egipto, hasta en las vasijas, tanto en las de madera como en las de piedra". (Exodo 7, 19)

  • El río bullirá de ranas, que subirán y penetrarán en tu casa, en tu dormitorio, en tu lecho, en la casa de tus servidores y de tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas. (Exodo 7, 28)

  • Contra ti, contra tu pueblo y contra todos tus servidores subirán las ranas". (Exodo 7, 29)

  • Se convertirá en polvo menudo en todo el país de Egipto y producirá úlceras y tumores en hombres y animales". (Exodo 9, 9)

  • Manda poner a salvo tu ganado y cuanto tienes en el campo. Todo hombre y todo animal que se encuentre en el campo y no esté cobijado bajo techo, será alcanzado por la granizada y morirá". (Exodo 9, 19)

  • que cubrirá la faz de la tierra y devorará lo que quedó salvo del granizo. Devorará todo árbol que crece en vuestros campos. (Exodo 10, 5)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina