Talált 169 Eredmények: jamás

  • El Señor aspiró el perfume agradable, y se dijo: "No maldeciré más la tierra por causa del hombre, porque los impulsos del corazón del hombre tienden al mal desde su adolescencia; jamás volveré a castigar a los seres vivientes como acabo de hacerlo. (Génesis 8, 21)

  • He estado veinte años contigo y nunca tus ovejas ni tus cabras han abortado. Jamás he comido un carnero de tus rebaños. (Génesis 31, 38)

  • Preguntó a las gentes del lugar: "¿Dónde está la prostituta que estaba en Enáyim junto al camino?". Y ellos le respondieron: "Jamás hubo aquí ninguna prostituta". (Génesis 38, 21)

  • Cayeron rayos y granizo con tanta fuerza como Egipto no había visto jamás desde que se constituyó en nación. (Exodo 9, 24)

  • ¡Reina, Señor, por siempre jamás!". (Exodo 15, 18)

  • "Pregunta a los tiempos pasados que te han precedido desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra. ¿Desde uno a otro extremo del cielo se ha visto jamás cosa tan grande o se ha oído cosa semejante? (Deuteronomio 4, 32)

  • Pero ese rey no debe tener muchos caballos ni enviar de nuevo gente a Egipto para aumentar su caballería, pues el Señor, tu Dios, ha dicho: No volváis nunca jamás por ese camino. (Deuteronomio 17, 16)

  • No buscarás su prosperidad ni su bienestar jamás, en todos los días de tu vida. (Deuteronomio 23, 7)

  • Sacrificaron a demonios y no a Dios, a dioses desconocidos para ellos; dioses nuevos, recién llegados, jamás venerados por sus padres. (Deuteronomio 32, 17)

  • El ángel del Señor subió de Guilgal a Betel y dijo: "Yo os saqué de Egipto y os traje a esta tierra que había prometido con juramento a vuestros padres, diciendo: No romperé jamás mi alianza con vosotros. (Jueces 2, 1)

  • no retires jamás de mi casa tu bondad; y cuando el Señor haya borrado de la tierra a todos los enemigos de David, (I Samuel 20, 15)

  • Durante todo el tiempo que anduve errante con los israelitas jamás dije a ninguno de los jueces de Israel, a los que puse para que gobernaran a mi pueblo, que me construyera una casa de cedro. (II Samuel 7, 7)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina