Talált 179 Eredmények: lista de siervos del rey

  • Escucha, Señor, la plegaria de tus siervos, por la benevolencia que tienes con tu pueblo. (Eclesiástico 36, 16)

  • Eliaquín, Sebná y Yoaj respondieron al general: "Habla, por favor, en arameo a tus siervos, porque nosotros lo entendemos; no nos hables en judío a oídos del pueblo que está tras la muralla". (Isaías 36, 11)

  • Vosotros sois mis testigos -dice el Señor- y mis siervos, a quienes yo he elegido, para que me conozcáis y creáis en mí y comprendáis que soy yo; antes de mí no existió ningún dios, y ningún otro existirá después. (Isaías 43, 10)

  • Y a los extranjeros que se entregan al Señor para venerarlo, amar su nombre y ser sus siervos; que guardan el sábado sin profanarlo, que se mantienen en mi alianza, (Isaías 56, 6)

  • ¿Por qué, Señor, nos haces andar errantes lejos de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te temamos? ¡Oh, vuelve, por amor de tus siervos y de las tribus de tu heredad! (Isaías 63, 17)

  • Esto dice el Señor: Cuando se encuentra zumo en un racimo se dice: No lo destruyas, porque es una bendición. Así haré yo por amor de mis siervos: no lo destruiré todo. (Isaías 65, 8)

  • Haré salir descendencia de Jacob, y de Judá un heredero de mis montes. Sí, mis elegidos los heredarán, mis siervos morarán allí. (Isaías 65, 9)

  • Por eso, esto dice el Señor Dios: Mis siervos comerán, mientras vosotros padeceréis hambre; mis siervos beberán, mientras vosotros padeceréis sed; mis siervos se alegrarán, mientras vosotros sufriréis vergüenza; (Isaías 65, 13)

  • mis siervos cantarán con corazón jubiloso, mientras vosotros gemiréis con el corazón afligido, y aullaréis, oprimidos en vuestro espíritu. (Isaías 65, 14)

  • Dejaréis vuestro nombre para que sirva de juramento a mis elegidos: ¡El Señor Dios te haga morir! Pero a mis siervos se les dará otro nombre. (Isaías 65, 15)

  • Cuando veáis esto, vuestro corazón se alegrará y vuestros huesos reverdecerán como la hierba. Sí, la mano del Señor se dará a conocer a sus siervos y su cólera a sus enemigos. (Isaías 66, 14)

  • Desde el día en que vuestros padres salieron de Egipto hasta el presente, os he mandado continuamente a mis siervos, los profetas. (Jeremías 7, 25)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina