Talált 959 Eredmények: lista de siervos del templo

  • Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo, el Señor; nosotros somos vuestros siervos por amor de Jesús. (II Corintios 4, 5)

  • ¿Qué relación hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templos del Dios vivo. Como dijo Dios: Habitaré y caminaré en medio de ellos, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. (II Corintios 6, 16)

  • en el que todo el edificio, perfectamente ensamblado, se levanta para convertirse en un templo consagrado al Señor; (Efesios 2, 21)

  • Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los cristianos que viven en Filipos con sus obispos y diáconos. (Filipenses 1, 1)

  • Amos, practicad la justicia y la equidad con los siervos, puesto que sabéis que también vosotros tenéis a vuestro amo en el cielo. (Colosenses 4, 1)

  • Comportaos como hombres libres, pero sin usar la libertad como pretexto para encubrir la malicia sino obrando como siervos de Dios. (I Pedro 2, 16)

  • Al vencedor le haré columna del templo de mi Dios, y no saldrá más; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad de mi Dios -la nueva Jerusalén, que baja del cielo de junto a mi Dios- y mi nombre nuevo. (Apocalipsis 3, 12)

  • Por eso están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; el que está sentado en el trono los cobijará bajo su tienda. (Apocalipsis 7, 15)

  • cuando suene la trompeta del séptimo ángel, Dios cumplirá su plan secreto, anunciado a sus siervos los profetas. (Apocalipsis 10, 7)

  • Después me dieron una caña como de una vara, y me dijeron: "Levántate y mide el templo de Dios, el altar y a los adoradores que hay en él; (Apocalipsis 11, 1)

  • pero el patio exterior del templo déjalo, no lo midas; porque ha sido entregado a los paganos, que pisotearán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses. (Apocalipsis 11, 2)

  • Los pueblos habían montado en cólera; pero ha llegado tu ira y el momento de juzgar a los muertos; de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que veneran tu nombre, pequeños y grandes, y de exterminar a los que destruían la tierra. (Apocalipsis 11, 18)


“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina