Talált 115 Eredmények: llegar

  • Al llegar allí, reunió a sus conciudadanos y, en especial, a los sacerdotes; se puso en pie ante el altar y mandó venir a los de la ciudadela. (II Macabeos 15, 31)

  • El lo hizo todo bien y a su tiempo; pero les puso el deseo del infinito, sin que el hombre pueda llegar a descubrir las obras que Dios hace desde el principio hasta el fin. (Eclesiastés 3, 11)

  • La súplica del humilde atraviesa las nubes; no descansa hasta llegar a Dios, (Eclesiástico 35, 17)

  • ¿Cómo va a llegar a sabio el que sostiene el arado y se gloría de blandir la aguijada, el que conduce los bueyes, se ocupa en estos trabajos y sólo habla de novillos? (Eclesiástico 38, 25)

  • Los pueblos los acogerán y los harán llegar a su patria, y la casa de Israel los tomará como esclavos y esclavas en la tierra del Señor. Harán cautivos a los que les habían hecho cautivos a ellos, y dominarán a sus opresores. (Isaías 14, 2)

  • Y he visto llegar caballería, una pareja de caballeros. Me han hablado, me han dicho: ¡Ha caído, ha caído Babilonia, y todas las estatuas de sus ídolos están en tierra hechas pedazos! (Isaías 21, 9)

  • Esto dice el Señor: Guardad el derecho, practicad la justicia, porque mi salvación está para llegar y mi justicia para manifestarse. (Isaías 56, 1)

  • Ya no habrá allí recién nacido que viva sólo pocos días, ni anciano que no culmine sus años, sino que morir a los cien años será morir joven y no llegar a los cien años será señal de maldición. (Isaías 65, 20)

  • Sólo que, al llegar a nuestra tierra Nabucodonosor, rey de Babilonia, dijimos: Vámonos a Jerusalén, para escapar del ejército de los caldeos y de los sirios, y nos hemos establecido en Jerusalén". (Jeremías 35, 11)

  • Pero al llegar a la puerta de Benjamín, el guardia que estaba de turno, llamado Yirayas, hijo de Selemías, hijo de Ananías, arrestó al profeta Jeremías exclamando: "¡Tú te pasas a los caldeos!". (Jeremías 37, 13)

  • Ismael, hijo de Netanías, salió de Mispá a su encuentro, llorando todo el camino, y, al llegar a su encuentro, les dijo: "Venid donde Godolías, hijo de Ajicán". (Jeremías 41, 6)

  • Lo que sucedió en Jerusalén y Judá fue a causa de la ira del Señor, hasta llegar a rechazarla de su presencia. Sedecías se rebeló contra el rey de Babilonia. (Jeremías 52, 3)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina