Talált 238 Eredmények: monte

  • Luego le dijeron: "Mira, entre tus siervos hay cincuenta hombres robustos. Que vayan y busquen a tu amo, no sea que le haya arrebatado el espíritu del Señor y le haya arrojado en algún monte o en algún valle". Pero él dijo: "No los mandéis". (II Reyes 2, 16)

  • De allí fue al monte Carmelo, y del Carmelo regresó a Samaría. (II Reyes 2, 25)

  • Partió, y llegó adonde estaba el hombre de Dios en el monte Carmelo. Cuando el hombre de Dios la divisó desde lejos, dijo a Guejazí, su criado: "Aquélla es la sunamita. (II Reyes 4, 25)

  • Llegó adonde estaba el hombre de Dios en el monte, y se abrazó a sus pies. Guejazí fue a separarla, pero el hombre de Dios dijo: "Déjala, porque está muy apenada; pero el Señor me lo ha tenido oculto y nada me ha manifestado". (II Reyes 4, 27)

  • Y Eliseo oró así: "Señor, ábrele los ojos para que vea". Y el Señor abrió los ojos del muchacho, el cual vio el monte repleto de caballos y carros de fuego, que rodeaban a Eliseo. (II Reyes 6, 17)

  • porque de Jerusalén saldrá un resto y un grupo superviviente del monte de Sión. El celo del Señor todopoderoso hará esto. (II Reyes 19, 31)

  • Profanó las colinas que había al oriente de Jerusalén y al sur del monte Olivete, y que Salomón, rey de Israel, había edificado a Astarté, ídolo repugnante de Moab, y a Camós, ídolo repugnante de los amonitas. (II Reyes 23, 13)

  • De regreso, al ver los sepulcros que había en el monte, envió a recoger los huesos de los sepulcros y los quemó en el altar; de este modo profanó, conforme a la palabra del Señor, pronunciada por el hombre de Dios cuando Jeroboán, durante la solemnidad, estaba de pie ante el altar. (II Reyes 23, 16)

  • Quinientos simeonitas se fueron al monte Seír bajo la guía de Pelatías, Nearías, Refayas y Uziel, hijo de Yisí; (I Crónicas 4, 42)

  • Los hijos de la media tribu de Manasés se establecieron en la región que se extiende entre Basán y Baal Hermón, el Sanir y el monte de Hermón. Eran numerosos. (I Crónicas 5, 23)

  • Los filisteos libraron la batalla contra Israel. Los israelitas huyeron ante los filisteos, y cayeron muertos en gran número en el monte Gelboé. (I Crónicas 10, 1)

  • Al día siguiente los filisteos fueron a despojar a los caídos y encontraron a Saúl y sus hijos caídos en el monte Gelboé. (I Crónicas 10, 8)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina