Talált 165 Eredmények: montes

  • "Tu gloria, Israel, ha perecido sobre tus montes. ¿Cómo han caído los héroes? (II Samuel 1, 19)

  • ¡Montes de Gelboé!, no caiga sobre vosotros ni rocío ni lluvia, campos traidores; porque allí fue abatido el escudo de los héroes, el escudo de Saúl: no estaba ungido con óleo, (II Samuel 1, 21)

  • El Señor le dijo: "Sal y quédate de pie en la montaña ante la presencia del Señor". Y el Señor pasó. Sopló un viento fuerte e impetuoso que descuajaba los montes y quebraba las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. (I Reyes 19, 11)

  • "He visto a todo Israel disperso por los montes como rebaño sin pastor. Y el Señor decía: Éstos no tienen dueño. Que cada uno vuelva en paz a su casa". (I Reyes 22, 17)

  • Por boca de tus mensajeros has injuriado al Señor, diciendo: Con la multitud de mis carros me he hecho poderoso, he escalado la cima de los montes, las cumbres del Líbano, he cortado sus más altos cedros, lo mejor de sus cipreses, he penetrado en su más elevado lugar, en los más frondosos bosques. (II Reyes 19, 23)

  • También algunos gaditas se unieron a David cuando estaba en el refugio del desierto. Eran hombres valerosos, hombres guerreros, prontos al combate, hábiles en el manejo del escudo y de la lanza, semejantes a leones y ligeros como las gacelas de los montes. (I Crónicas 12, 9)

  • Miqueas contestó: "He visto a todo Israel disperso por los montes como rebaño sin pastor. El Señor decía: Éstos no tienen dueño; que cada uno vuelva en paz a su casa". (II Crónicas 18, 16)

  • Mira ahora a los hijos de Amón, a los de Moab y a los de los montes de Seír, cuyas tierras no permitiste que atravesaran los israelitas cuando venían de Egipto, sino que les hiciste dar un largo rodeo para no destruirlos; (II Crónicas 20, 10)

  • Más aún, levantó lugares de culto sobre los montes de Judá, empujó hacia la idolatría a los mismos habitantes de Jerusalén y sedujo a Judá. (II Crónicas 21, 11)

  • Levantó torres en el desierto y abrió muchos pozos porque tenía muchos ganados en la Sefela y en la meseta, labradores y viñadores en los montes y en las huertas, pues era amante de la agricultura. (II Crónicas 26, 10)

  • Todas las tribus que habían apostatado, incluida la de nuestro padre Neftalí, ofrecían sacrificios al becerro de oro que había levantado Jeroboán, rey de Israel, en Dan, sobre todos los montes de Galilea. (Tobías 1, 5)

  • Así que dieron la voz de alarma a los montes de Samaría, Coná, Bejorón, Belmain, Jericó, Joba, Ajsora y al valle de Salén. (Judit 4, 4)


“Amar significa dar aos outros – especialmente a quem precisa e a quem sofre – o que de melhor temos em nós mesmos e de nós mesmos; e de dá-lo sorridentes e felizes, renunciando ao nosso egoísmo, à nossa alegria, ao nosso prazer e ao nosso orgulho”. São Padre Pio de Pietrelcina