Talált 356 Eredmények: número de levitas

  • Contará, de acuerdo con el comprador, los años que median entre la venta y el año jubilar y, de acuerdo con el número de éstos, se computará el precio de venta, valorando su tiempo de servicio como el de un jornalero. (Levítico 25, 50)

  • Si faltan todavía muchos años, pagará su rescate teniendo en cuenta el número de éstos y el precio que recibió por venderse. (Levítico 25, 51)

  • pero si lo consagra después del jubileo, el sacerdote hará su valoración según el número de años que queden hasta el año jubilar, con la correspondiente reducción. (Levítico 27, 18)

  • Los levitas no fueron registrados con los demás. (Números 1, 47)

  • sino que a los levitas les encargarás el servicio de la tienda de la alianza, de todo su mobiliario y de todo cuanto le pertenece: llevarán la tienda y su mobiliario, estarán dedicados a su servicio y acamparán a su alrededor. (Números 1, 50)

  • Cuando la tienda deba ser trasladada, los levitas la desmontarán; y cuando deba pararse, la instalarán ellos también. El laico que se acerque a la tienda morirá. (Números 1, 51)

  • Pero los levitas acamparán alrededor de la tienda de la alianza para que la cólera no estalle contra la comunidad israelita". (Números 1, 53)

  • Entonces partirá la tienda de la reunión, ya que el campo de los levitas se encuentra en medio de los demás campamentos. Seguirán en la marcha el orden de acampamiento, cada uno bajo su bandera. (Números 2, 17)

  • Tal como el Señor había ordenado a Moisés, los levitas no fueron contados en el censo con los demás. (Números 2, 33)

  • Aparta a los levitas y dáselos a Aarón y a sus hijos para que les pertenezcan como donados de parte de los israelitas. (Números 3, 9)

  • "Ya ves que he elegido a los levitas de entre los israelitas en sustitución de todos los primogénitos, de todos los que abren el seno materno; los levitas son, pues, míos, (Números 3, 12)

  • El número total de varones registrados mayores de un mes fue de 7.500. (Números 3, 22)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina