Talált 218 Eredmények: nación santa

  • ¿Y no he de castigar todo esto? -dice el Señor-. ¿No me vengaré de una nación como ésta? (Jeremías 5, 29)

  • Esto dice el Señor: Mirad, un pueblo llega del país del norte, una gran nación se levanta de los confines de la tierra. (Jeremías 6, 22)

  • Diles: Ésta es la nación que no ha escuchado la voz del Señor, su Dios, y que no ha aprendido la lección. ¡La verdad ha muerto, ha desaparecido de su boca! (Jeremías 7, 28)

  • A veces yo decido, contra una nación o contra un reino, arrancarlo, destruirlo y aniquilarlo; (Jeremías 18, 7)

  • pero si esa nación, contra la que he hablado, se convierte de su iniquidad, también yo me arrepiento del castigo que iba a ponerle. (Jeremías 18, 8)

  • Otras veces decido, sobre una nación o un reino, edificarlo y plantarlo; (Jeremías 18, 9)

  • pero si esa nación comete el mal que yo repruebo en lugar de escuchar mi voz, entonces yo también me arrepiento del bien que había decidido hacerle". (Jeremías 18, 10)

  • Al cabo de estos setenta años yo castigaré al rey de Babilonia y a aquella nación -dice el Señor- por sus crímenes, así como al país de los caldeos, y haré de él una desolación eterna. (Jeremías 25, 12)

  • Y tú anúnciales todas estas palabras y diles: El Señor ruge desde lo alto, desde su santa morada lanza su voz; ruge con fuerza contra su hacienda, lanza el grito de júbilo de los pisadores de la uva contra todos los habitantes de la tierra. (Jeremías 25, 30)

  • Pero antes la nación y el reino que no se someta a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y no ofrezca su cuello al yugo del rey de Babilonia, serán castigados por mí con espada, hambre y peste -dice el Señor-, hasta que los ponga en sus manos. (Jeremías 27, 8)

  • Pero a la nación que doble el cuello bajo el yugo del rey de Babilonia y se someta a él, yo la dejaré en paz en su tierra -dice el Señor-, la cultivará y vivirá en ella". (Jeremías 27, 11)

  • ¿Por qué tú y tu pueblo queréis exponeros a morir a espada, de hambre y de peste, como ha anunciado el Señor a la nación que se niegue a someterse al rey de Babilonia? (Jeremías 27, 13)


“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina