Talált 473 Eredmények: padres
Pero mis palabras y los preceptos que mandé a mis siervos los profetas, ¿no llegaron a vuestros padres? Entonces se convirtieron y dijeron: El Señor había pensado tratarnos según nuestra conducta y nuestras acciones, y así nos ha tratado". (Zacarías 1, 6)
Esto dice el Señor todopoderoso: "Como decidí castigaros porque vuestros padres me habían irritado, dice el Señor todopoderoso, y no me compadecí, (Zacarías 8, 14)
Y si alguno vuelve a profetizar, su propio padre y su propia madre le dirán: "Tú no debes vivir, pues has dicho mentira en nombre del Señor". Y mientras esté profetizando, sus mismos padres lo atravesarán. (Zacarías 13, 3)
¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un único Dios? Entonces, ¿por qué estamos unos contra otros, profanando el pacto de nuestros padres? (Malaquías 2, 10)
Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis mandamientos y no los habéis observado. Volved a mí, y yo volveré a vosotros -dice el Señor todopoderoso- Pero vosotros decís: "¿En qué tenemos que volver?". (Malaquías 3, 7)
Él hará volver el corazón de los padres a los hijos y el corazón de los hijos a los padres, para que cuando yo venga no tenga que exterminar la tierra. (Malaquías 3, 24)
El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre a su hijo. Los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; (Mateo 10, 21)
y decís: Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos participado con ellos en la sangre de los profetas! (Mateo 23, 30)
Colmad, pues, la medida de vuestros padres. (Mateo 23, 32)
Y se reían de él. Jesús echó a todos fuera; se quedó sólo con los padres de la niña y los que habían ido con él, y entró donde estaba la niña. (Marcos 5, 40)
El hermano entregará a la muerte a su hermano, y el padre al hijo, y los hijos se alzarán contra los padres y los matarán. (Marcos 13, 12)
Irá delante del Señor con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y enseñar a los rebeldes la sabiduría de los justos, a fin de preparar al Señor un pueblo bien dispuesto". (Lucas 1, 17)