Talált 23 Eredmények: pastos

  • y decir a los prisioneros: ¡salid!, a los que están en las tinieblas: ¡mostraos! A lo largo de todos los caminos se apacentarán; en todas las alturas peladas tendrán pastos. (Isaías 49, 9)

  • Yo mismo recogeré los restos de mi rebaño de todos los países donde los dispersé y los haré volver a sus pastos, donde crecerán y se multiplicarán. (Jeremías 23, 3)

  • Escuchad el clamor de los pastores, el griterío de los mayorales del rebaño, porque el Señor devasta sus pastos. (Jeremías 25, 36)

  • Esto dice el Señor: Volverá a haber en este lugar, ahora desierto, sin hombres ni animales, así como en todas las ciudades, pastos donde los pastores apacentarán el rebaño. (Jeremías 33, 12)

  • Las apacentaré en pastos escogidos; su majada estará en los montes altos de Israel; allí descansarán en cómodo aprisco y pacerán pingües pastos por los montes de Israel. (Ezequiel 34, 14)

  • ¿No os basta pacer en buenos pastos para que pisoteéis el resto del pasto? ¿No os basta beber el agua limpia para que enturbiéis el resto con los pies? (Ezequiel 34, 18)

  • Los dos kilómetros y medio que quedan de la anchura de los doce y medio serán un terreno profano para la ciudad, para sus construcciones y sus pastos. La ciudad quedará en medio (Ezequiel 48, 15)

  • Los pastos de la ciudad se extenderán ciento veinticinco metros por el sur, ciento veinticinco por el norte, ciento veinticinco por el este, ciento veinticinco por el oeste. (Ezequiel 48, 17)

  • ¡Cómo gime el ganado, cómo vagan sin rumbo los rebaños de vacas porque no tienen pastos! Hasta los rebaños de ovejas perecen. (Joel 1, 18)

  • Escuchad el gemido de los pastores, porque los espléndidos pastos han sido abrasados; se oye el rugido de los leones, porque el esplendor del Jordán ha sido devastado. (Zacarías 11, 3)

  • Yo soy la puerta; el que entra por mí se salvará; entrará y saldrá y encontrará pastos. (Juan 10, 9)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina