Talált 26 Eredmények: patio

  • En efecto, conforme a la palabra del Señor, Janamel, mi primo, vino a verme, al patio de la prisión, y me dijo: "Compra el campo que tengo en Anatot, en la tierra de Benjamín, porque tú tienes el derecho de propiedad y el de rescate para adquirirlo". Comprendí que era una orden del Señor, (Jeremías 32, 8)

  • y entregué el acta de compra a Baruc, hijo de Nerías, hijo de Majsías, en presencia de mi primo Janamel, de los testigos que habían firmado el acta de compra y en presencia de todos los judíos que se encontraban en el patio de la prisión. (Jeremías 32, 12)

  • Por segunda vez, estando todavía Jeremías detenido en el patio de la cárcel, le fue dirigida la palabra del Señor en estos términos: (Jeremías 33, 1)

  • Entonces el rey Sedecías dio orden de que Jeremías fuese llevado al patio de la guardia y que se le diera diariamente un pan procedente de la calle de los panaderos mientras hubiese pan en la ciudad. Así Jeremías quedó en el patio de la guardia. (Jeremías 37, 21)

  • Entonces ellos agarraron a Jeremías y lo arrojaron en la cisterna del príncipe Malquías, situada en el patio de la guardia, bajándolo con cuerdas. En la cisterna no había agua, sino fango, y Jeremías se hundió en él. (Jeremías 38, 6)

  • Jeremías lo hizo así, y en seguida tiraron de él con las cuerdas y lo subieron de la cisterna. Y Jeremías quedó en el patio de la guardia. (Jeremías 38, 13)

  • Y Jeremías permaneció en el patio de la guardia hasta el día en que fue tomada Jerusalén. (Jeremías 38, 28)

  • mandaron sacar a Jeremías del patio de la guardia y lo entregaron a Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán, para que lo llevase a su casa. Y así se quedó en medio del pueblo. (Jeremías 39, 14)

  • Estando todavía Jeremías recluido en el patio de la guardia, le había sido dirigida la palabra de parte del Señor en estos términos: (Jeremías 39, 15)

  • Luego me llevó al atrio exterior y me hizo pasar junto a los cuatro ángulos del atrio. En cada uno de los ángulos del atrio había un patio, (Ezequiel 46, 21)

  • Pedro le había seguido de lejos hasta el patio del palacio del sumo sacerdote, y se quedó con los criados calentándose al fuego. (Marcos 14, 54)

  • Pedro estaba sentado abajo, en el patio; llegó una de las criadas del sumo sacerdote (Marcos 14, 66)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina