Talált 1774 Eredmények: pueblo judío

  • gritando: "Israelitas, ayudadnos: éste es el hombre que va enseñando por todas partes y a todos contra el pueblo, contra la ley, contra este lugar; más aún, ha metido a los griegos en el templo, profanando este lugar santo". (Hechos 21, 28)

  • Porque todo el pueblo venía detrás, gritando: "¡Mátalo!". (Hechos 21, 36)

  • Pablo dijo: "Yo soy judío, ciudadano de Tarso, una ciudad no desconocida de Cilicia. Te ruego que me permitas hablar al pueblo". (Hechos 21, 39)

  • El comandante se lo permitió. Pablo, puesto en pie sobre las escaleras, hizo ademán al pueblo con la mano, y se hizo un gran silencio. Entonces habló en lengua hebrea: (Hechos 21, 40)

  • Él siguió: "Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado aquí, en esta ciudad, a los pies de Gamaliel, instruido en la fiel observancia de la ley de nuestros padres, partidario entusiasta de la causa de Dios, como todos vosotros los sois en este día; (Hechos 22, 3)

  • Pablo dijo: "No sabía, hermanos, que fuera el sumo sacerdote, pues está escrito: No insultarás al jefe de tu pueblo". (Hechos 23, 5)

  • Todos los judíos conocen bien cuál ha sido mi vida a partir de mi juventud, pues desde el principio he vivido en medio de mi pueblo, en Jerusalén. (Hechos 26, 4)

  • Te voy a librar de tu pueblo y de los paganos, a quienes te enviaré (Hechos 26, 17)

  • que el Mesías tenía que padecer; que sería el primero en resucitar de entre los muertos, y así anunciaría la luz tanto al pueblo como a los paganos". Juicio de Festo y Agripa. (Hechos 26, 23)

  • A los tres días Pablo convocó a los judíos principales; y, cuando estaban reunidos, les dijo: "Hermanos, sin haber hecho nada contra el pueblo o las costumbres de nuestros padres, he sido encarcelado en Jerusalén y entregado en manos de los romanos; (Hechos 28, 17)

  • pero como se oponían los judíos, me vi obligado a apelar al césar, aunque sin intención de acusar en nada a mi pueblo. (Hechos 28, 19)

  • Ve a este pueblo y diles: Oiréis con los oídos, y no entenderéis; miraréis con vuestros ojos, y no veréis. (Hechos 28, 26)


“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina