Talált 291 Eredmények: puerta abierta

  • Entonces el sacerdote Yehoyadá tomó una caja, hizo un agujero en su tapa y la colocó junto al altar, a la derecha del que entraba en el templo del Señor. Y los sacerdotes que guardaban la puerta echaban allí todo el dinero que traían al templo del Señor. (II Reyes 12, 10)

  • Joás, rey de Israel, hizo prisionero en Bet Semes a Amasías, rey de Judá; luego llegó a Jerusalén y abrió en sus murallas una brecha de doscientos metros, desde la puerta de Efraín hasta la puerta del ángulo; (II Reyes 14, 13)

  • Sin embargo, no desaparecieron las colinas, de modo que el pueblo seguía ofreciendo sacrificios y quemando incienso en ellos. Él construyó la puerta superior del templo del Señor. (II Reyes 15, 35)

  • "Vete a ver al sumo sacerdote Jelcías y dile que reúna el dinero aportado al templo del Señor, que los guardas de la puerta han recogido del pueblo; (II Reyes 22, 4)

  • El rey ordenó al sumo sacerdote Jelcías, al sacerdote segundo y a los guardianes de la puerta sacar fuera del templo del Señor todos los utensilios del culto de Baal, de Aserá y de los astros del cielo; los quemó a las afueras de Jerusalén en los campos del Cedrón y llevó sus cenizas a Betel. (II Reyes 23, 4)

  • Mandó venir a todos los sacerdotes de las ciudades de Judá, profanó las colinas donde los sacerdotes habían quemado incienso desde Guibeá hasta Berseba y destruyó la colina de los sátiros que había a la entrada de la puerta de Josué, gobernador de la ciudad, la cual se encuentra a la derecha del que entra por la puerta de la ciudad. (II Reyes 23, 8)

  • Entonces se practicó una brecha en la ciudad, y todos los hombres de armas huyeron de noche por la puerta entre los dos muros que daban al jardín real, mientras los caldeos rodeaban la ciudad, y escaparon hacia la Arabá. (II Reyes 25, 4)

  • El jefe de la escolta apresó al sumo sacerdote Serayas, al sacerdote segundo Sofonías y a los tres guardianes de la puerta, (II Reyes 25, 18)

  • Hasta el presente estaban encargados de la puerta real, al oriente, y eran porteros en los campamentos de los hijos de Leví. (I Crónicas 9, 18)

  • David expresó este deseo: "¡Quién me diera de beber agua del pozo que está en la puerta de Belén!". (I Crónicas 11, 17)

  • Entonces los tres, abriéndose camino a través del campamento filisteo, sacaron agua del pozo que está en la puerta de Belén, la llevaron y se la ofrecieron a David; pero David no quiso beberla y la derramó como ofrenda ante el Señor, diciendo: (I Crónicas 11, 18)

  • Éstos tenían consigo a Hemán y Yedutún encargados de tocar las trompetas, los címbalos y los instrumentos destinados a acompañar las alabanzas de Dios. Los hijos de Yedutún estaban destinados a la puerta. (I Crónicas 16, 42)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina