Talált 48 Eredmények: rodillas
En cuanto Daniel se enteró de que había sido firmado el documento, se fue a su casa. Tenía ventanas en su cuarto superior abiertas en dirección a Jerusalén, y tres veces al día se ponía de rodillas para orar y dar gracias a su Dios; así lo había hecho siempre hasta aquel día. (Daniel 6, 11)
Una mano me tocó y me hizo enderezarme temblando sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos. (Daniel 10, 10)
¡Devastación, saqueo, destrucción, corazones presa de terror, temblor de rodillas, lomos estremecidos, rostros desencajados! (Nahún 2, 11)
Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre; se pusieron de rodillas y lo adoraron; abrieron sus tesoros y le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. (Mateo 2, 11)
y le dijo: "Todo esto te daré si te pones de rodillas y me adoras". (Mateo 4, 9)
En esto se le acercó un leproso, se puso de rodillas ante él y le dijo: "Señor, si quieres puedes limpiarme". (Mateo 8, 2)
Pero ella se acercó, se puso de rodillas ante él y le suplicó: "¡Señor, ayúdame!". (Mateo 15, 25)
Al llegar donde estaba la gente, se le acercó un hombre, se puso de rodillas ante él y le dijo: (Mateo 17, 14)
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con ellos y se puso de rodillas para pedirle algo. (Mateo 20, 20)
Se acercó a él un leproso, se puso de rodillas y le dijo: "Si quieres, puedes limpiarme". (Marcos 1, 40)
Si te pones de rodillas y me adoras, todo será tuyo". (Lucas 4, 7)
Estando Jesús en una ciudad, un hombre lleno de lepra, al verlo, se puso de rodillas ante él y le dijo: "Señor, si quieres, puedes limpiarme". (Lucas 5, 12)