Talált 402 Eredmények: sacrificio de animales
Mas el príncipe se ocupará de los holocaustos y de las ofrendas de pan y vino en las solemnidades, novilunios y sábados, en todas las fiestas en que se congrega la casa de Israel. Él tendrá que proveer lo necesario para el sacrificio por el pecado, la ofrenda, el holocausto y los sacrificios de reconciliación para hacer el rito de absolución sobre la casa de Israel. (Ezequiel 45, 17)
El sacerdote tomará de la sangre del sacrificio por el pecado y la derramará sobre las jambas del templo, sobre los cuatro ángulos del zócalo del altar y sobre las jambas del pórtico del atrio interior. (Ezequiel 45, 19)
El príncipe ofrecerá aquel día por él y por todo el pueblo del país un novillo en sacrificio por el pecado. (Ezequiel 45, 22)
Durante siete días de la fiesta ofrecerá un holocausto al Señor cada día, siete novillos y siete carneros sin defecto, y un macho cabrío en sacrificio por el pecado; (Ezequiel 45, 23)
Cuando el príncipe haga una ofrenda voluntaria al Señor, sea holocausto y sacrificio de reconciliación, se le abrirá la puerta que da a oriente, ofrecerá su holocausto o su sacrificio de reconciliación según el mismo ceremonial de los días de sábado, saldrá luego y la puerta se cerrará cuando haya salido. (Ezequiel 46, 12)
Y me dijo: "Éste es el lugar donde los sacerdotes cocerán las víctimas del sacrificio por el pecado y las de reparación y donde cocerán las ofrendas, con el fin de que no lo saquen al atrio exterior, santificando así al pueblo". (Ezequiel 46, 20)
No tenemos ya príncipe, profeta, ni caudillo, ni holocausto, ni sacrificio, ni ofrendas, ni incienso, ni lugar donde ofrecerte las primicias (Daniel 3, 38)
acéptalos como holocausto de carneros y toros, de millares de corderos cebados. Tal sea hoy nuestro sacrificio ante ti para agradarte, pues no quedan defraudados quienes ponen en ti su confianza. (Daniel 3, 40)
El rey ha visto también bajar del cielo un vigilante, un santo, que decía: Derribad el árbol y hacedlo trozos, pero dejad el tocón con sus raíces en la tierra y sea atado entre la hierba del campo con cadenas de bronce y hierro, bañado por el rocío del cielo y comparta la suerte con los animales salvajes hasta que hayan pasado por él siete períodos. (Daniel 4, 20)
Llegó hasta el mismo príncipe de las milicias, suprimió su sacrificio cotidiano y derribó su santuario. (Daniel 8, 11)
En lugar del sacrificio cotidiano puso la perversidad y tiró por tierra la verdad. Así logró actuar con éxito. (Daniel 8, 12)
Oí entonces a un santo que hablaba y a otro santo que preguntaba al que estaba hablando: ¿Hasta cuándo durará lo que anuncia la visión: el sacrificio cotidiano, la perversidad desoladora, el santuario y las milicias pisoteados? (Daniel 8, 13)