Talált 40 Eredmények: santas

  • Pero él, elevándose a más altas resoluciones, dignas de su edad y de su venerable ancianidad, de sus cabellos ya blancos y de su vida irreprensible desde la infancia, y sobre todo de las santas leyes establecidas por Dios, respondió que prefería que lo llevaran a la muerte. (II Macabeos 6, 23)

  • dejando a los jóvenes un ejemplo generoso para morir valientemente por las sagradas y santas leyes". Dicho esto, rápidamente se entregó al suplicio. (II Macabeos 6, 28)

  • Dios, creador del mundo, que formó el género humano y ha creado cuanto existe, él os dará de nuevo el espíritu y la vida por su misericordia, ya que por sus santas leyes la despreciáis". (II Macabeos 7, 23)

  • Animados con estas palabras de Judas, sumamente bellas y aptas para enardecer los corazones de los jóvenes, determinaron no estarse a la espera en el campo, sino más bien lanzarse valerosamente y luchar con todo brío; y así decidieron la causa, pues peligraba la ciudad, las cosas santas y el templo. (II Macabeos 15, 17)

  • Porque los que guardan santamente las leyes santas serán santificados; y quienes en ellas fueren instruidos encontrarán una defensa. (Sabiduría 6, 10)

  • Y aunque es una, lo puede todo; sin salir de sí todo lo renueva y en todas las edades, derramándose en almas santas, hace de ellas amigos de Dios y profetas. (Sabiduría 7, 27)

  • Ella guió por senderos rectos al justo, que huía de la ira de su hermano; le mostró el reino de Dios y le dio conocimiento de las cosas santas; le hizo prosperar en sus fatigas y multiplicó el fruto de sus trabajos; (Sabiduría 10, 10)

  • Teme al Señor y honra al sacerdote, y dale su parte como te fue prescrito: las primicias, sacrificio de reparación, el lomo reservado, el sacrificio de consagración y las primicias de las cosas santas. (Eclesiástico 7, 31)

  • Tus santas ciudades han quedado hechas un desierto; Sión está desierta, Jerusalén es una desolación. (Isaías 64, 9)

  • Contra los profetas: "Mi corazón se rompe dentro de mí, todos mis miembros se estremecen; soy como un borracho, como un hombre vencido por el vino ante el Señor y sus santas palabras. (Jeremías 23, 9)

  • Cuando los sacerdotes entren allí no saldrán de este lugar santo al atrio exterior sin haber dejado en él sus vestiduras litúrgicas usadas en el servicio divino, porque estas vestiduras son santas, y sin haberse puesto otras ropas para acercarse a los lugares destinados al pueblo". (Ezequiel 42, 14)

  • Por eso no se acercarán más a mí para servirme en las funciones sacerdotales, ni para tocar mis cosas santas y santísimas, sino que soportarán la ignominia de las monstruosidades que han cometido. (Ezequiel 44, 13)


“Como é belo esperar!” São Padre Pio de Pietrelcina