Talált 37 Eredmények: terrible

  • Ved ya al Señor Dios omnipotente desgajando el ramaje con terrible violencia; caen los más altos, los más altivos son talados. (Isaías 10, 33)

  • Serás oprobio y vituperio, ejemplo y horror para las naciones circunvecinas, cuando yo haga en ti justicia con indignación y furor, con terrible venganza. Yo, el Señor, he hablado. (Ezequiel 5, 15)

  • Tú, oh rey, tuviste esta visión: Ante ti se levantaba una estatua muy grande, de extraordinario esplendor y de aspecto terrible. (Daniel 2, 31)

  • A continuación, y siempre en mi visión nocturna, vi una cuarta bestia terrible, espantosa, extraordinariamente fuerte. Tenía enormes dientes de hierro, comía y trituraba, y lo sobrante lo pisoteaba con sus patas; era diferente de todas las otras bestias que la habían precedido y tenía diez cuernos. (Daniel 7, 7)

  • Entonces quise saber la verdad sobre la cuarta bestia, que era diferente de las otras, extraordinariamente terrible, con dientes de hierro y uñas de bronce, que comía y trituraba y lo sobrante lo pisoteaba con sus patas. (Daniel 7, 19)

  • Rogué al Señor, mi Dios, e hice esta confesión: "¡Señor, Dios grande y terrible, que mantienes el pacto y la fidelidad a quienes te aman y guardan tus mandamientos! (Daniel 9, 4)

  • El Señor da la voz al frente de sus tropas. Sí, innumerable es su ejército, poderoso el ejecutor de su palabra; sí, grande es el día del Señor, muy terrible; ¿quién podrá soportarlo? (Joel 2, 11)

  • Es espantoso y terrible; su fuerza y su derecho es su grandeza. (Habacuc 1, 7)

  • El Señor será terrible contra ellos. Aniquilará a todos los dioses de la tierra; se prosternarán ante él, cada uno en su país, todas las islas de las naciones. (Sofonías 2, 11)

  • Yo os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día grande y terrible del Señor. (Malaquías 3, 23)

  • sino una terrible expectación y el ardor vindicativo del fuego que consumirá a los rebeldes. (Hebreos 10, 27)

  • Y el espectáculo era tan terrible que Moisés dijo: Estoy aterrado y temblando. (Hebreos 12, 21)


“Quem te agita e te atormenta é o demônio.Quem te consola é Deus”! São Padre Pio de Pietrelcina