Talált 59 Eredmények: testigos

  • Incluso seríamos falsos testigos de Dios, pues contra Dios testificamos que ha resucitado a Cristo, mientras que no lo ha resucitado si los muertos no resucitan. (I Corintios 15, 15)

  • Por tercera vez voy a visitaros. Toda cuestión se decidirá por el testimonio de dos o tres testigos. (II Corintios 13, 1)

  • Vosotros sois testigos, y también Dios, de que nos comportamos con vosotros, los creyentes, de una manera noble, justa e irreprochable. (I Tesalonicenses 2, 10)

  • No admitas acusación alguna contra un presbítero, si no está sostenida por dos o tres testigos. (I Timoteo 5, 19)

  • Sostén el noble combate de la fe, conquista la vida eterna, para la cual fuiste llamado y de la que hiciste hermosa confesión ante muchos testigos. (I Timoteo 6, 12)

  • y las cosas que me oíste a mí ante muchos testigos, confíalas a hombres leales, capaces de enseñárselas a otros. (II Timoteo 2, 2)

  • Pues si el que viola la ley de Moisés es condenado irremisiblemente a muerte por el testimonio de dos o tres testigos, (Hebreos 10, 28)

  • Precisamente por eso también nosotros, envueltos como estamos en una gran nube de testigos, debemos liberarnos de todo aquello que es un peso para nosotros y del pecado, que fácilmente nos seduce, y correr con perseverancia en la prueba que se nos propone, (Hebreos 12, 1)

  • Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo basados en fábulas hábilmente imaginadas, sino como testigos oculares de su majestad. (II Pedro 1, 16)

  • Yo haré que mis dos testigos profeticen vestidos de saco durante mil doscientos sesenta días". (Apocalipsis 11, 3)

  • El dragón se irritó contra la mujer, y se fue a hacer la guerra al resto de su descendencia, a los que guardan los mandamientos de Dios y son fieles testigos de Jesús. (Apocalipsis 12, 17)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina