Talált 303 Eredmények: tribu de Leví

  • No es así la porción de Jacob, porque él ha formado el universo e Israel es la tribu de su heredad; su nombre es "el Señor omnipotente". (Jeremías 51, 19)

  • la sala cuya fachada da al norte, para los sacerdotes que desempeñan el servicio del altar. Son los hijos de Sadoc, los que, entre los hijos de Leví, se acercan al Señor para servirle". (Ezequiel 40, 46)

  • En la tribu en que el extranjero se haya establecido, allí le daréis una heredad, dice el Señor Dios. (Ezequiel 47, 23)

  • Las puertas de la ciudad llevarán los nombres de las tribus de Israel. Al norte, tres puertas: la puerta de Rubén, la puerta de Judá, la puerta de Leví. (Ezequiel 48, 31)

  • La voz del Señor grita a la ciudad: "Escuchad, tribu y asamblea de la ciudad. (Miqueas 6, 9)

  • la familia de la casa de Leví por sí, y sus mujeres aparte; la familia de Semeí por sí, y sus mujeres aparte; (Zacarías 12, 13)

  • Así sabréis que he sido yo el que os ha dirigido esta amonestación, para que mi alianza con Leví sea firme -dice el Señor todopoderoso-. (Malaquías 2, 4)

  • Pero vosotros os habéis apartado del camino, habéis servido de tropiezo a muchos en la ley y habéis quebrantado la alianza de Leví -dice el Señor todopoderoso-. (Malaquías 2, 8)

  • Se sentará para fundir y refinar la plata. Purificará a los hijos de Leví, los refinará como el oro y la plata, a fin de que puedan presentar al Señor una ofrenda conforme a justicia. (Malaquías 3, 3)

  • Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en la oficina de los impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él se levantó y lo siguió. (Marcos 2, 14)

  • Estaba también la profetisa Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada. Se había casado muy joven, y a los siete años de matrimonio había enviudado. (Lucas 2, 36)

  • de Matat, de Leví, de Melquí, de Jannaí, de José, (Lucas 3, 24)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina