Talált 62 Eredmények: trompetas

  • A la séptima vuelta, mientras los sacerdotes tocaban las trompetas, Josué dijo al pueblo: "Dad el grito de guerra, porque el Señor os ha entregado la ciudad". (Josué 6, 16)

  • El pueblo gritó, y las trompetas sonaron. Cuando el pueblo oyó el sonido de las trompetas, se puso a gritar con todas sus fuerzas, y las murallas de la ciudad se derrumbaron; entonces el pueblo se lanzó al asalto, cada uno de frente, y la tomaron. (Josué 6, 20)

  • Aquéllos cogieron en sus manos los cántaros y trompetas del pueblo. A todos los demás hombres de Israel los mandó a cada uno a su tienda, quedándose sólo con los trescientos. El campamento de los madianitas estaba debajo del suyo, en la llanura. (Jueces 7, 8)

  • Gedeón dividió sus trescientos hombres en tres bandos. Puso en sus manos las trompetas y los cántaros vacíos y dentro de ellos teas encendidas, (Jueces 7, 16)

  • Yo tocaré la trompeta, yo y todos los que están conmigo; entonces vosotros tocaréis también las trompetas en torno al campamento y gritaréis: ¡Por el Señor y por Gedeón!". (Jueces 7, 18)

  • Gedeón y los que estaban con él llegaron a los límites del campamento a medianoche cuando acababan de relevarse los centinelas, tocaron las trompetas y rompieron los cántaros que llevaban en la mano. (Jueces 7, 19)

  • Entonces los tres bandos tocaron las trompetas y rompieron los cántaros; con la mano izquierda agarraron las teas encendidas y con la derecha las trompetas para tocarlas, y gritaron: "¡Por el Señor y por Gedeón!". (Jueces 7, 20)

  • Mientras los trescientos tocaban las trompetas, el Señor hizo que cada uno volviese la espada contra su compañero. Todos huyeron hasta Bet Hassitá, hacia Serera, hasta la ribera de Abel Mejolá, frente por frente de Tabat. (Jueces 7, 22)

  • Así David y toda la casa de Israel trasladaron el arca del Señor en medio de aclamaciones y del sonido de trompetas. (II Samuel 6, 15)

  • Sadoc, el sacerdote, tomó del tabernáculo el cuerno del óleo y ungió a Salomón. Entonces se tocaron las trompetas y todo el pueblo gritó: "¡Viva el rey Salomón!". (I Reyes 1, 39)

  • Entonces tomaron cada uno su propio manto, los tendieron a sus pies sobre los desnudos escalones, y al son de las trompetas gritaron: "¡Jehú es rey!". (II Reyes 9, 13)

  • Cuando vio al rey, que estaba de pie sobre el estrado, según el uso, y a los cantores y trompeteros junto a él, y a toda la gente del país, jubilosa y tocando las trompetas, se rasgó las vestiduras y gritó: "¡Traición, traición!". (II Reyes 11, 14)


“Seja modesto no olhar.” São Padre Pio de Pietrelcina