Talált 55 Eredmények: volveré

  • Volveré a ellos mis ojos y los haré regresar a esta tierra; los restableceré y no los volveré a destruir; los plantaré para no arrancarlos ya. (Jeremías 24, 7)

  • Yo me dejaré encontrar por vosotros -dice el Señor-; cambiaré vuestra suerte y os reuniré de todos los países y de todos los lugares por los que os he dispersado -dice el Señor-. Os volveré a traer a este lugar de donde os desterré. (Jeremías 29, 14)

  • Escucho, escucho el lamento de Efraín: "Me has castigado, y he sufrido el castigo como novillo indómito; haz que vuelva y volveré, pues tú eres el Señor, mi Dios. (Jeremías 31, 18)

  • Yo los recogeré de todos los países en que los he arrojado en mi cólera, mi furor y mi gran indignación. Los volveré a este lugar y haré que habiten en él con seguridad. (Jeremías 32, 37)

  • Y los volveré a la tierra que bajo juramento prometí a sus padres, a Abrahán, a Isaac y a Jacob, y tomarán posesión de ella. Allí los multiplicaré, y ya no menguarán. (Baruc 2, 34)

  • Y estableceré con ellos una alianza eterna: yo seré su Dios, ellos serán mi pueblo, y no volveré a echar nunca más a mi pueblo Israel de la tierra que les di. (Baruc 2, 35)

  • haré contigo lo que jamás he hecho ni volveré a hacer jamás, a causa de todas tus nefastas acciones. (Ezequiel 5, 9)

  • Volveré mi rostro contra ese hombre, le haré un ejemplo proverbial y le extirparé de en medio de mi pueblo, y sabréis que yo soy el Señor. (Ezequiel 14, 8)

  • haré regresar a los cautivos de Egipto y los volveré a la tierra de Patrós, a su país de origen, donde formarán un reino humilde. (Ezequiel 29, 14)

  • No les volveré más la espalda, pues derramaré mi espíritu sobre la casa de Israel, dice el Señor Dios. (Ezequiel 39, 29)

  • irá en busca de sus amantes, pero no los alcanzará; los buscará, pero no podrá encontrarlos, y tendrá que decir: "Volveré a mi primer marido, porque entonces me iba mejor que ahora". (Oseas 2, 9)

  • Por eso volveré a tomar mi trigo a su tiempo y mi vino a su estación, y recobraré mi lana y mi lino con que ella cubría su desnudez. (Oseas 2, 11)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina