Deuteronomio, 32
21. Provocaron mis celos con algo que no es Dios, me irritaron con sus ídolos vanos; yo provocaré sus celos con algo que no es un pueblo, los irritaré con una nación insensata.
21. Provocaron mis celos con algo que no es Dios, me irritaron con sus ídolos vanos; yo provocaré sus celos con algo que no es un pueblo, los irritaré con una nación insensata.
“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina