9. La joven le cayó en gracia y se ganó su favor. Por eso, él le entregó de inmediato las cremas de belleza, fijó su régimen de comida y le asignó las siete doncellas más distinguidas del palacio real. Luego la trasladó con sus doncellas al mejor departamento del harén.





“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina