30. Finalmente, forjaron la flor de oro puro - signo de consagración - y grabaron en ella, como se graban los sellos, la siguiente inscripción: "Consagrado al Señor".





“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina