Génesis, 3

4. La serpiente dijo a la mujer: "No, no morirán.

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Génesis 3 es el tercer capítulo de la Biblia y describe la caída del hombre en el pecado. Informa cómo la serpiente trató de comer el fruto prohibido del árbol del conocimiento del bien y del mal, cómo Eva le dio a Adán a comer, mientras Dios se enfrentaba a la pareja sobre el pecado y pronunció la maldición sobre la serpiente, la mujer y el hombre, y cómo Dios expulsó al hombre y la mujer del Jardín del Edén. Los siguientes son cinco versículos bíblicos que se relacionan con los temas abordados en Génesis 3:

Romanos 5:12: "Por lo tanto, así como un hombre entró en pecado en el mundo, y por la muerte del pecado, la muerte pasó a todos los hombres, por todos pecados". Este versículo se relaciona con la caída del hombre en el pecado y destaca cómo el pecado y la muerte ingresaron al mundo a través de Adán, como se describe en Génesis 3.

1 Juan 2:16: "Por lo que se encuentra en el mundo, la lujuria de la carne, la lujuria de los ojos y el orgullo de la vida, no procede con el Padre, sino que procede del mundo". Este versículo se relaciona con la tentación de Eve por la serpiente, que incluía la lujuria de la carne y la lujuria de los ojos, como se describe en Génesis 3.

Apocalipsis 12:9: "Y el Gran Dragón fue precipitado, la antigua serpiente, que se llama Diablo y Satanás, que engaña al mundo entero; estaba apresurado en la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él". Este versículo se relaciona con la serpiente que intentó comer el fruto prohibido del árbol del conocimiento del bien y del mal, como se describe en Génesis 3.

Gálatas 3:13: "Cristo nos ha rescatado de la maldición de la ley, convirtiéndose en nosotros; porque está escrito, maldijo a todos los que cuelgan en el árbol". Este versículo se relaciona con la maldición pronunciada de Dios sobre el hombre y la mujer después de la caída, como se describe en Génesis 3, y destaca cómo Cristo nos rescató de esta maldición al convertirnos en una maldición para nosotros.

Apocalipsis 22:14: "Bendecidos son aquellos que lavan sus prendas en la sangre del cordero, para que puedan tener derecho al árbol de la vida y pueden entrar en la ciudad a través de las puertas". Este versículo se relaciona con la expulsión del hombre y la mujer del Jardín del Edén, como se describe en Génesis 3, y destaca cómo podemos tener acceso al árbol de la vida a través de la redención por la sangre de Jesús.